Más de 1.000 tractores, unos 500 vehículos y unas 2.000 personas se han movilizado este martes en varios puntos estratégicos de distribución de productos en Cataluña, como el puerto de Tarragona, Mercabarna, la AP-7 o el Eix Transversal, según ha informado Unió de Pagesos. Los manifestantes que se encuentran en la AP-7, en Pontós (Girona) tienen previsto quedarse a dormir allí, mientras que los del puerto de Tarragona, donde hay medio millar de tractores, quieren alargar el corte durante un mínimo de 24 horas. Por otro lado, los agricultores que han bloqueado Mercabarna han pactado irse a primera hora de esta tarde.
Al corte de la AP-7 en Pontós, los payeses han aparcado los tractores y han instalado barricadas donde queman troncos y neumáticos. La protesta ha obligado a Tráfico a hacer desvíos y, en sentido sur, los vehículos tienen que salir en Figueres sur, mientras que en sentido norte, hacia la frontera, los Mossos d’Esquadra obligan a camiones y coches a desviarse por la salida de Vilademuls.
La N-II también continúa cortada, entre Vilamalla y Pontós, de forma que la ruta hacia la Jonquera y el Estado francés es complicada. La policía también obliga a los camiones que vienen de Francia al Portús a no entrar en la autopista. Las movilizaciones también cortan la C-38 en Molló (Girona), es decir, el paso fronterizo del cuello de Ares. Los payeses tienen previsto hacer una concentración conjunta con agricultores de Francia.
En la provincia de Barcelona, la C-17 se encuentra cortada entre las masías de Voltregà y Vic en sentido norte; y a la C-25 en Gurb. En esta vía, se hacen desvíos por la salida 176 en sentido Girona y por la salida 183 en sentido Lleida. Por su parte, la C-37 está cortada en Manlleu.
Las principales reivindicaciones
Siguiendo la convocatoria de Unió de Pagesos, este martes los agricultores reclaman, de nuevo, la reducción de la burocracia para su trabajo del día a día o la competencia desleal contra otros mercados más desregularizados, entre otros. La semana pasada, los payeses ya llevaron a cabo varias marchas lentas hasta llegar al centro de Barcelona, donde el miércoles se reunieron con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; y el consejero de Acción Climática, David Mascort.
