“Derivado de la avería de un tren mercante la circulación entre Sant Vicenç de Calders y Els Monjos se encuentra interrumpida. Se ha habilitado servicio alternativo por carretera en el tramo afectado”. «Por robo de cable entre Terrassa y Castellbell, se pueden producir demoras entre 20 y 30 minutos». «Derivado de condiciones atmosféricas adversas, la circulación de trenes entre Ribes de Fresser y Puigcerdà quedará interrumpida entre las 11.00 horas y las 13.00 horas aproximadamente». Estos tres posts aparecieron en los portales de la red X de los servicios de las líneas R3 y R4 de Rodalies los días 3, 5 y 7 de enero.
Semanas atrás, estas incidencias habrían movilizado a la Agència Catalana de Notícies (ACN) y TV3 para difundirlas el máximo posible. Habrían enviado a redactores a pedir a los usuarios afectados por los retrasos que se quejaran del servicio de Rodalies. Los digitales independentistas habrían ardido de indignación y titulado: «Nuevo día caótico en Rodalies». La consejera de Territori, Ester Capella, habría cerrado el círculo declarando por enésima vez que la situación era insostenible y que la única solución era el traspaso de Rodalies a la Generalitat.
Sin embargo, estos últimos días ni la ACN, ni TV3, ni el 324 ni ningún digital independentista ha empatizado con el sufrimiento de los usuarios de Rodalies. No hemos escuchado a ningún pasajero frustrado porque llegaría tarde a un examen o al trabajo porque el tren iba con mucho retraso. A los impulsores de la campaña de desprestigio de Rodalies ya no les interesan las tribulaciones de esos ciudadanos. Su objetivo político parece alcanzado. El gobierno español y el catalán pactaron el traspaso de Rodalies y la creación de una empresa mixta que gestione la nueva etapa del servicio. Esta nueva empresa pública mixta estará presidida por un representante del gobierno de la Generalitat que, por otra parte, ha nombrado como coordinador de esta etapa a la persona que hasta hace unos días era responsable de Rodalies Cataluña y objetivo de todas sus críticas, Pere Macias.
Lo que no ha cambiado es la ocultación de las incidencias que sufre Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC). A los impulsores de la campaña de desprestigio de Rodalies no les interesaba en absoluto que se publicaran las numerosas averías y retrasos que sufren los trenes de FGC. Problemas que siguen produciéndose. En el perfil oficial de FGC en X siguen colgando cada día un par de posts diciendo que el servicio funciona perfectamente en todas las líneas. Muchos usuarios denuncian que es mentira y que existen retrasos notables. En ocasiones, en FGC reconocen que algo falla. “Línea Llobregat-Anoia: trenes de las líneas R5 y R50 (Manresa) circulan con retraso de hasta 30 minutos entre las estaciones de Martorell Enllaç y Manresa Baixador, a causa de una avería de instalaciones”, publicaban el 3 de enero. “Línea Barcelona-Vallès: Servicio de trenes con origen Plaza Catalunya funciona con las frecuencias de paso alteradas, debido a una avería de tren en la estación de Floresta. Línea L6 (Sarrià) suprimido”, se reconocía el día 11.
Los usuarios se quejan como ya lo hacían de las incidencias que sufrían en Ferrocarriles de la Generalitat mientras se libraba la batalla política contra Rodalies por el traspaso del servicio. Ni entonces ni ahora ningún medio independentista les ha querido escuchar. Les queda el recurso a la ironía. «Traspaso a Renfe ya», reclamaba uno de ellos.
La consejera de Territorio se reunió el pasado día 10 con el ministro de Transportes, Óscar Puente, y acordaron que en la primera semana de febrero se constituya la comisión para el traspaso de Rodalies.
