Laporta ha inflado el valor real de Barça Studios con un riesgo extremo para el club

Ferran Reverter no consiguió un inversor de 50 millones para el 49% del negocio en 2021 y el presidente, pese a engañar a la asamblea con una venta por 200 m. y darse un ingreso ficticio de otros 208 m., en realidad solo ha arañado 40 millones

Joan Laporta

Joan Laporta y sus palancas han distorsionado hasta un extremo tan incomprensible la división audiovisual del FC Barcelona que hoy cuesta esclarecer su funcionalidad y estructura, sobre todo después de que, en una crisis de desesperación en el mercado de verano de 2022, se pusiera también bajo el mismo paraguas de Barça Studios la explotación del futuro negocio tecnológico en el entorno digital. Fue un repentino giro hacia un mercado inédito que el propio presidente calificó, un año después, como «un progreso considerable en los entornos digitales que hacen que nuestros activos se conviertan en un hub creativo que impulsa la marca del FC Barcelona hasta unos niveles únicos en el mundo. La estrategia de contenido que estamos llevando a cabo se ha demostrado un éxito y supone nuevas formas de conectar con nuestros seguidores a nivel global, además de generar nuevas vías de ingresos para la entidad. Este paso que damos ahora es un movimiento estratégico que nos aporta nuevos recursos de cara a que nuestras plataformas sigan creciendo en un momento en que la demanda por contenido digital deportivo está en clara expansión y refuerza la vía de transformación digital iniciada en 2022″.

Mucho hablar para no decir prácticamente nada, aunque sí para justificar de este modo otra patada hacia delante de lo que lleva camino de convertirse en una de las farsas financieras estrella de Laporta y de las más escandalosas de la historia del club. Solo han transcurrido tres meses de esa ambiciosa declaración de intenciones y del presunto éxito a la hora de anticiparse al desarrollo de las grandes expectativas de crecimiento de la Web3, los NFT’s y el Metaverso, un paso más allá de la irrupción en el fútbol del Fan Token o el intento añadido de dar entrada al mundo de la criptomoneda, un pack complementario al valioso archivo de Barça TV y el fondo de material clásico, audiovisual, también teóricamente insuperable y suficiente para producir series, programas y formatos con los que seguir cautivando a millones de espectadores en todo el mundo.

En realidad, sin embargo, el galimatías en que Laporta ha convertido el concepto original de Barça Studios en sus diferentes versiones y marcas como Barça Produccions, Barça Visión, Barça Media y Bridgeburg Invest, a su vez asociada a Mountain & Co. I Acquisition Corp, una iniciativa presuntamente redonda y soportada por esa amalgama de inversores tales como Orpheus Media, Socios.com, LIBERO Football Finance AG y NIPA Capital B.V. Un cóctel de bebidas financieras de tipo espumoso que, a la hora de la verdad, solo ha servido para darle más vueltas, hasta marearlo, al mismo precario y ruinoso modelo de negocio en el que ya casi había picado, por decirlo así, el anterior presidente, Josep Maria Bartomeu.

Finalmente, ha sido Joan Laporta quien, por conveniencia, necesidad y forzado por las circunstancias, se ha tragado el anzuelo entero y quien hoy se debate, agonizante desde el punto de vista económico y financiero, entre la vida y la muerte anunciada de una actividad irreal, ficticia pese a su aparente valor de 408 millones en los libros de contabilidad del club, de momento válidos para el auditor y cada vez menos a efectos de la LaLiga, a la que ya no se le puede engañar ni un día más.

En tiempos prepandemia y en durante la crisis sanitaria, el equipo económico de Bartomeu ya dejó preparada una solución de crisis en la que, por si fuera necesario, el club podía dar entrada a inversores en el Barça Corporate, que incluía, además de Barça Studios, BLM, Barça Academy y Barça Innovation Hub. Cuando llegó Laporta, siempre improvisando y buscando la forma de darle la vuelta a todo lo que pudiera parecer seguidismo de la anterior junta, puso de moda el concepto de palanca y adivinó que si algo podía vender fácilmente era el 49% de Barça Studios, razón por la cual incluyó una propuesta para que los socios lo autorizaran en la primera asamblea ordinaria de su mandato, en octubre de 2021.

Tal como la propuso, se olvidó de explorar sus verdaderas posibilidades porque, en realidad, tampoco era un negocio tan bueno como se lo habían vendido desde dentro. Por aquel mes de octubre de 2021, el CEO Ferran Reverter afirmaba que Barça Studios había generado 30 millones en ingresos y un resultado operativo de 17 millones de euros. Aun siendo consciente de la modestia de estos volúmenes «el FC Barcelona espera obtener -dijo- un inversor que aporte 50 millones para las arcas del club y que además invierta en el desarrollo de su negocio. Por el momento estamos contactando con los posibles inversores para mostrar el producto y vender el 49% del negocio».

Lo que pasó fue que Laporta eliminó de la ecuación al propio Ferran Reverter, luego a su equipo, y también destituyó a la cúpula de Barça Studios cuando descubrió que el proyecto era solo humo, aunque aprovechó esos fuegos de artificio para colocar al frente de la división a Toni Cruz, un antiguo inversor en el Reus al que Joan Oliver dejó colgado y debiendo los dividendos prometidos. Lo siguiente fue acordar el cierre de Barça TV, también por deficitaria, incluido el invento de Barça TV+, un streaming de pago a cambio de contenidos exclusivos.

Tan olvidada y relegada quedó la operación que, ante la precariedad registrada en junio de 2022 y la urgencia de compensar las pérdidas ordinarias, Laporta recurrió deprisa y corriendo a la venta del 10% de los derechos de TV de la Liga, incluida la celebración de una asamblea extraordinaria de máxima urgencia para aprobar su palanca preferida.

No fue hasta dos meses más tarde, en agosto, cuando LaLiga hizo sus cálculos, concluyendo que seguían faltando 200 millones para reducir el excedido margen salarial de Laporta si quería inscribir a Lewandowski y seis fichajes más, escenario en el que, de pronto, vio la ocasión de aprovechar la autorización de la asamblea de 2021 para colocar otros activos como la exploración comercial de la Web3, los NFT’s y el Metaverso en el saco de Barça Studios pese a haberle prometido a los socios que Barça Studios se dedicaba exclusivamente a la gestión de contenidos audiovisuales. Ya no venía de una patraña más.

El club había constituido la sociedad Barça Produccions, S.L.U. el 29 de septiembre de 2021, con el objeto social de la creación, producción y explotación de todo tipo de contenido audiovisual, así como la prestación de servicios de producción audiovisual de cualquier tipo con un valor en libros de 6 millones.

El 7 de junio de 2022, menos de un año después, Laporta firmó la constitución de Bridgeburg Invest, indirectamente participada por el Club a través de Barça Produccions, S.L.U., sociedad que ostenta el 51% de la participación, en principio para la gestión y control otras empresas. Con fecha de 27 de julio de 2022 se cambió el objeto social de la sociedad, pasando a ser «la tenencia, el desarrollo, la gestión y la explotación de contenidos digitales y de cualquier forma de contenido relacionado con la explotación del metaverso y del negocio de los tokens fungibles, de utilidad y no fungibles del Futbol Club Barcelona. Las actividades comentadas podrán ser desarrolladas para la Sociedad, total o parcialmente, de forma indirecta, mediante la participación en otras sociedades de objeto idéntico, análogo o complementario, o mediante cualquier tipo de asociación o acuerdo con terceros, con o sin personalidad jurídica».

Según explicó después Laporta, «el 29 de julio de 2022 se procedió a la venta del 24,5% de Bridgeburg Invest SL, sociedad propiedad de Barça Produccions S.L.U., a Socios Deportes Services SL (Socios.com). Esta operación generó un beneficio de 100 millones de euros en la cuenta de pérdidas y ganancias. Así mismo, con fecha 11 de agosto de 2022 se vendió otro 24,5% de Bridgeburg Invest S.L. a Orpheus Media S.L., que generó unos beneficios de 100 millones de euros».

La memoria del ejercicio 2022-23 registra, sin embargo, que, «en relación con la venta de la participación de Barça Produccions, S.L. en la filial Bridgeburg Invest, S.L. a Socios Deportes Services, S.L. (posteriormente Blaugrana Invest, S.L.) y Orpheus Media, con fecha 11 de agosto de 2023, los socios que la adquirieron han alcanzado un acuerdo de venta con dos nuevos socios de un 29,47% de la participación que ostentaban en dicha sociedad, por un importe de 120 millones de euros, manteniendo el resto de su participación, y, por tanto, no modificándose su condición de Sociedad asociada. Asimismo, derivado de la venta, la sociedad dependiente Barça Produccions, S.L. ha cobrado durante el mes de agosto de 2023 un importe de 20 millones de euros, registrado a 30 de junio de 2023 en el epígrafe de cuentas a cobrar por la venta de participaciones. Después del acuerdo de modificación del vencimiento del calendario de facturación entre el Club y uno de los nuevos socios, a los efectos que este pudiera hacer frente a sus obligaciones, se espera que, durante el último trimestre de 2023, este hará efectivo el pago del importe restante de 40 millones de euros. En este sentido, a la fecha de formulación de las presentes cuentas anuales consolidadas, este se encuentra negociando con varios inversores diferentes opciones para obtener la financiación necesaria, para que, junto con la ampliación de capital realizada por importe de 20 millones de euros, que se encuentra pendiente de ser inscrita por parte del nuevo socio, asumir las obligaciones contraídas con la sociedad. De acuerdo con las mismas, así como con la tipología de la sociedad compradora y las garantías aportadas por este socio al Club, no se han considerado dudas sobre su recuperabilidad, así como del valor razonable al que se encuentra registrada a nivel consolidado».

En este punto colgante, de verdadera incertidumbre, se encuentra esa transmisión de deuda, como recogió en su momento la nota oficial del club de 11 de agosto de 2023: «El FC Barcelona ha anunciado que LIBERO Football Finance AG y los asesores de inversiones privadas NIPA Capital B.V. se han convertido en nuevos socios de Bridgeburg Invest, marca comercial de Barça Vision. Estos inversores han adquirido el 29,5% de la propiedad de Barça Vision (Bridgeburg) por 120 millones de euros correspondiente a una parte de la participación que estaba en manos de Socios.com y Orpheus Media. Barça Vision es la iniciativa del Club para agrupar todas las acciones asociadas al Web3, NFT’s y Metaverso que forman parte de la estrategia del Club para construir el Espai Barça Digital. Con este movimiento, el FC Barcelona logra reforzar la estructura de Barça Vision con socios estratégicos que aportan conocimiento y experiencia en la búsqueda de oportunidades de negocio relacionados con la industria del deporte».

Con esa misma fecha -es decir, sujeto a ese compromiso de reventa de la propiedad a inversores aún por conocer y en medio de un proceso de búsqueda de capital razonablemente dudoso por la necesidad urgente de encontrar quien aporte los 200 millones del valor adjudicado al 49% de la sociedad un año atrás-, Laporta se lanzó a una aventura todavía de mayor alcance y de riesgo exponencial si se atiende a esa fragilidad financiera establecida y reconocida. «Paralelamente, el FC Barcelona también anuncia su acuerdo con Mountain & Co. IAcquisition Corp (NASDAQ: MCAA), firma especialista en inversiones en compañías tecnológicas y sectores emergentes. El acuerdo está enfocado en que Barça Vision y Barça Media puedan acceder a financiación específica a los nuevos mercados de capital estadounidenses que aceleren las iniciativas del Club en el sector digital y poder difundir los contenidos de Barça Media a nuevas audiencias en mercados estratégicos para el Club en todo el mundo. El FC Barcelona espera que ambos negocios se conviertan en una fuente significativa de ingresos para el Club con una valoración estimada de aproximadamente USD 1.000 M (aproximadamente 910 M€)».

La salida a bolsa prevista para diciembre de este año fue suspendida a petición de Laporta tras comunicarle al regulador su incapacidad para capitalizar más allá del 20% de los 200 millones de la sociedad minoritaria troceada y rechazada por la falta de interés en el mercado. Nasdaq le ha dado a Mountain & Co un plazo breve para recuperar el número legal de inversores necesarios, que se han dado a la fuga en reacción al fracaso de Laporta, antes de suspender su estado de Spac (compañía con un propósito especial de compra) autorizada a cotizar en la bolsa tecnológica de Nueva York.

A pesar de este escenario realmente desolador, pesimista y vacío desde el punto de vista financiero, a finales de julio de 2022 Laporta convenció al auditor para consolidar Bridgeburg Invest, S.L «como sociedad asociada mediante el procedimiento de puesta en equivalencia y, en aplicación del marco contable que resulta de aplicación, considerando a efectos de su valoración inicial su valor razonable» ajustandolo a un importe de 208 millones, o sea, como un ingreso virtual -no en cash– sobre la base de «un plan de negocio revisado por un experto independiente» y sobre la base de esas «transacciones recientes».

Una maquinación contable esperpéntica que, si se analiza bien, ha pasado de la perspectiva real, aunque dificultosa, del CEO Ferran Reverter de encontrar un inversor de 50 millones para el 49% de Barça Studios en 2021 a registrar contablemente ingresos (ficticios) por 408 millones en 2023 y alimentar de este modo una fantasiosa capitalización bursátil de 900 millones. Humo y teatro del bueno que, a la larga, habrá que descontar en forma de provisiones de un balance que se sostiene a base de imaginación y favores mediáticos. Hasta la fecha, Laporta solo ha podido capitalizar 40 millones de esos 408 millones con el que se han inflado y contaminado los estados financieros del Barça. Un enorme riesgo.

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