El comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, Eduard Sallent, ha indicado, en una entrevista en TV3, que en los últimos ocho meses se han registrado 133 peleas tumultuarias en Cataluña, unas cifras que ha considerado «normales», señalando que los indicadores delincuenciales son similares a los de 2019.
Con todo, ha admitido que después de la pandemia ha habido «un aumento de la violencia transversal», ejemplificado en episodios como los que han pasado en Vic, Manresa y Molins de Rei últimamente. A pesar de esto, ha defendido que Cataluña «está lejos» de la situación que vive Francia.
Sallent ha reconocido que este aumento de la violencia que se ha detectado tiene muchas expresiones diferentes, y que pueden ir desde el suicidio hasta los disturbios de Molins de Rei del pasado sábado. Ha indicado que los Mossos están preocupados por este tipo de comportamientos y ha rechazado «esta forma ociosa de acabar la fiesta con destrozos y con enfrentamientos», que es lo que la policía quiere analizar.
Después de una reunión de altos mandos este jueves, el cuerpo acordó reformular los dispositivos de las fiestas mayores y destinar un mayor número de unidades de orden público. “Es un momento de cambio social y queremos garantizar la cohesión y la convivencia pacífica”, ha dicho Sallent, que ha apostado por más proximidad y visibilidad.
En este sentido, se reforzarán las unidades del cuerpo destinadas a orden público, BRIMO y ARRO, de forma que no solo intervendrán en dispositivos especiales como los que tienen lugar durante los desalojos o las manifestaciones. “Harán un trabajo más preventivo y disuasorio”, ha apuntado el comisario jefe. Así, se incrementarán los controles y la presencia policial en vías rápidas y estaciones de tren, en colaboración y coordinación con las diferentes policías locales.
