La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha destituido este martes a Jorge Vilda como entrenador y director técnico de la selección femenina de fútbol de España, a la que dirigió en el pasado Mundial disputado en Nueva Zelanda y Australia, del que se proclamó campeona.
El despido de Vilda se produce después de que la FIFA, organismo rector del fútbol mundial, apartara al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, quien había ofrecido públicamente la renovación a Vilda con un incremento de sueldo tras la victoria en el Mundial, en el mismo acto en el que aseguró que no dejaría la presidencia.
Vilda, que asistió al acto y aplaudió a Rubiales, aunque luego se desmarcó, será relevado por Montse Tomé, hasta ahora la segunda entrenadora, que será la primera mujer que dirigirá a la selección absoluta femenina de fútbol.
Disculpas del nuevo presidente
El presidente interino de la RFEF, Pedro Rocha, hasta ahora vicepresidente, ha difundido un comunicado con el que pide disculpas al mundo del fútbol, y en especial en las selecciones de España e Inglaterra, por el comportamiento de Rubiales tras la final del Mundial, que considera «totalmente inaceptable» y que ha hecho «daño» a la sociedad española.
Rocha ha reiterado que la conducta de Rubiales «no representa los valores» de la RFEF ni de la sociedad española, y ha remarcado que «esta postura» corresponde en exclusiva» al presidente suspendido, en referencia a lo ocurrido durante las «horas posteriores» a la final, sin especificar a qué acciones se refiere.
Tras la victoria del equipo femenino español, Rubiales besó en la boca a la jugadora Jenni Hermoso, se agarró los testículos en el palco para destacar la valía de Vilda, se puso una futbolista sobre el hombro, y en declaraciones posteriores insultó a quienes habían criticado su beso a Hermoso.
