Puigdemont interviene en la Universitat Catalana d’Estiu sin que lo detengan

Ausencia de Mas y silbatos e interrupciones a Aragonès y Montilla en el acto de recuerdo a Pau Casals

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el expresidente Carles Puigdemont durante el acto de la Universitat Catalana d'Estiu (ACN)

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha participado este lunes en el homenaje a Pau Casals que ha organizado la Universitat Catalana d’Estiu (UCE) en la abadía de San Miquel de Cuixà, en Codalet (Francia), sin sufrir ningún tipo de interrupción o susto. A pesar de tener la inmunidad europarlamentaria suspendida, la policía francesa no ha supuesto ningún problema para Puigdemont. De hecho, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ya avisó de que no reactivaría las euroórdenes hasta que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se pronunciara sobre las eventuales medidas cautelares.

En su intervención, Puigdemont ha reivindicado el legado de “generosidad y fraternidad” del músico catalán y ha defendido el “deber” de buscar soluciones “para el país, para la lengua y para su gente”, y no “ninguna salida personal”. “Nada de lo que hizo Pau Casals fue pensando en él ni buscando ninguna salida personal para él, y tenemos el deber de continuar haciendo lo mismo”, ha insistido el eurodiputado de Junts, que también ha destacado la voluntad del músico “de ofrecer su talento y proyección internacional” para hacer “palanca” para conseguir cambiar “cosas que parecen difíciles de mover”.

Puigdemont ha coincidido en el acto con el presidente de la Generalitat Pere Aragonès y los expresidentes Quim Torra, José Montilla y Jordi Pujol, siendo la primera vez que el fundador de Junts asiste a un acto público en la Cataluña Norte desde que a principios de julio el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) le retiró la inmunidad. El expresidente Artur Mas ha sido una de las ausencias destacadas en el homenaje a Pau Casals, y Aragonès y Montilla han sufrido interrupciones en sus discursos.

El expresidente socialista ha sido recibido con gritos de «independencia» que no lo dejaban empezar su intervención, y ha tenido que esperar para poder empezar. Durante su discurso, los gritos de «independencia» y los silbatos del público han incrementado sobre todo cuando Montilla ha reivindicado el diálogo y la negociación. «La España homogénea y excluyente tiene que dar paso a una España fraternal, respetuosa con la diversidad y capaz de gestionar su pluralidad», ha concluido el expresidente.

En su turno, el presidente Aragonès también ha sido recibido con gritos de «independencia» que lo han obligado a interrumpir su discurso y volver a empezar. Sin embargo, el republicano no se lo ha tomado como una crítica, y ha señalado que «siempre es bonito empezar los actos recordando cuál es nuestro objetivo».

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