Entran en vigor las medidas de emergencia por sequía en 22 municipios de Girona y dos de Tarragona

Es la primera vez que Cataluña activa la alerta máxima, que comporta limitar el agua a 200 litros por habitante al día

Aspecto que ofrece el pantano de Riudecanyes (ACN)
Aspecto que ofrece el pantano de Riudecanyes (ACN)

Las medidas de la emergencia por sequía hidrológica en el acuífero del Fluvià-Muga (Girona) y en el pantano de Riudecanyes (Tarragona) entran en vigor este miércoles. El Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) ha publicado la resolución de la Agencia Catalana del Agua (ACA) que declara la máxima alerta en estas zonas. Así lo anunció la semana pasada el director de la ACA, Samuel Reyes, por la situación crítica en la que se encuentran ambas reservas. La emergencia afecta a 22 municipios del Alt Empordà (Girona) y 2 del Baix Camp (Tarragona), y comporta limitar el consumo de agua a 200 litros por habitante al día, entre otras restricciones.

Las lluvias de mayo y junio, notorias en algunas partes de Cataluña, pero no en todo el territorio, no han sido suficientes para evitar que 24 municipios con unos 26.000 habitantes que dependen del acuífero del Fluvià-Muga y del embalse de Riudecanyes entren en emergencia, el escenario más preocupante del Plan especial por sequía de la Generalitat. De hecho, es la primera vez que Cataluña decreta el estado de emergencia previsto en el Plan especial por la sequía de 2020.

Los 22 municipios gerundenses que pasan de fase de excepcionalidad a emergencia, con una población de 24.399 habitantes, son Agullana, Armentera, Capmany, Espolla, Garriguella, La Jonquera, Masarac, Mollet de Peralada, Palau-saverdera, Pau, Pedret i Marzà, Peralada,Sant Climent Sescebes, Sant Miquel de Fluvià, Sant Mori, Sant Pere Pescador, Torroella de Fluvià, Ventalló, Vilabertran, Viladamat, Vilajuïga y Vilamacolum. En cuanto a los municipios tarraconenses, se declara la emergencia en Riudecanyes y Duesaigües.

El acuífero del Fluvià-Muga se encuentra a 14,4 metros sobre el nivel del mar, un mínimo histórico en los registros, por debajo de la cota de los 14,5 metros alcanzados en 2009, y el embalse de Riudecanyes se encuentra en el 6%, con un volumen de 0,3 hm³. Con la entrada en emergencia, además de la limitación a 200 litros por habitante al día en los usos municipales, las restricciones también afectan al riego agrícola –se puede autorizar sólo el de supervivencia de cultivos leñosos- y deben reducirse un 25% los consumos de los usuarios industriales, así como en los usos recreativos.

Así mismo, está prohibido el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes (públicas y privadas); llenar fuentes ornamentales; lagos artificiales; piscinas de agua dulce y limpiar cualquier vehículo, salvo en establecimientos específicos. Las administraciones locales pueden establecer limitaciones adicionales en instalaciones deportivas y equipamientos lúdicos.

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