Sería necesario proteger a todos los huérfanos por violencia machista hasta los 26 años

Un total de 738 menores y mayores de edad han perdido a sus madres a causa de un crimen por violencia de género en España en los últimos diez años. Aparte de sufrir un gran impacto emocional, deben hacer frente a trámites penales, sucesorios y asistenciales

Es demana millorar la situació dels infants i joves orfes per la violència masclista i les famílies que els acullen

La violencia de género no deja nunca solo una víctima. Las niñas y los niños son las víctimas invisibles de estos crímenes violentos, donde el asesinato de la madre, y a veces también la muerte del padre agresor, tienen un gran impacto en el desarrollo psicológico y emocional de los niños.

En declaraciones al EL TRIANGLE, un representante de Save The Children manifiesta que “la exposición a estas situaciones de violencia durante la infancia tiene repercusiones negativas significativas a corto, mediano y largo plazo en el desarrollo emocional, social, cognitivo y académico, y puede afectar incluso el funcionamiento en la vida adulta. Efectos como problemas de socialización, aislamiento, inseguridad, de integración, pesadillas, insomnio, fobias, ansiedad, alteraciones del desarrollo afectivo e interiorización de roles de género erróneos”.

La situación de vulnerabilidad extrema que viven estos niños no solo tiene una fuerte carga emocional, sino que también tienen que hacer frente A complejos trámites administrativos desconocidos hasta el momento. En algunos casos, además, hay vacíos legales y situaciones que las normativas no contemplan y que tendrían que tener el menor impacto negativo posible.

Para acompañar durante este traumático proceso, existen iniciativas como el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto, creado en 2016 y que cuenta con el apoyo de la Fundación Mujeres. Su objetivo es ayudar en el desarrollo educativo de estos niños. En declaraciones a EL TRIANGLE, Joaquín García-Cazorla Taboada, hijo de la desaparecida fiscal Soledad Cazorla, explica que “las becas de 2.000 euros anuales quieren ser un apoyo para el estudio, para materiales y también para disponer de apoyo psicológico”. Es una herramienta disponible para niños y jóvenes huérfanos por violencia de género y que acostumbran a tramitar los servicios sociales municipales. Durante el año 2022, se concedieron 45 becas con un importe total de 85.000 euros.

Una vez las familias solicitantes reciben la beca, se empieza a trabajar un contacto más estable con estos núcleos familiares. De este modo, “se analiza en qué situación penal se encuentran, qué ayudas pueden tramitar a escala estatal y autonómica y qué tipo de apoyo necesitan”. El servicio de asesoramiento jurídico es gratuito, y los temas de carácter patrimonial y económico son los más tratados.

En el ámbito estatal, un huérfano por violencia machista puede acogerse a una prestación específica, pero, a veces, no se contemplan todas las situaciones. Según explica Joaquín García-Cazorla Taboada, “la condición de víctima directa la tienen los menores de edad huérfanos. Por lo tanto, si la persona huérfana es mayor de edad queda fuera de la cobertura de la pensión de orfandad. Cuando tienes 18 años tienes menos derechos, y ahora la ley es así”. Como resultado, el Fondo de Becas pide que “se pueda elevar hasta los 26 años en el caso de los hijos e hijas afectados por violencia machista”.

Gracias al diálogo constante con las familias afectadas y la administración estatal, la normativa se va mejorando en otros aspectos. Hasta ahora, la Seguridad Social no aprobaba la ayuda a un huérfano si la madre asesinada no estaba dada de alta y si no tenía 15 años cotizados.

Cómo explica el copromotor de estas becas, “dentro del colectivo de las víctimas de violencia de género, es muy poco frecuente que estas mujeres sean independientes económicamente, que hayan cotizado ese tiempo y estén trabajando cuando son víctimas. Esto provocaba que la mayoría de huérfanos se quedaran sin ayuda”.

Desde el 2019, a través de la Ley de mejora de la situación de orfandad de las hijas e hijos de víctimas de violencia de género y otras formas de violencia contra la mujer, se creó una prestación para los huérfanos de víctimas mortales de violencia de género donde ya no era necesario el requisito de los 15 años cotizados. Otros cambios de mejora realizados han estado incluir los huérfanos que han perdido su madre a manos de una persona diferente a su padre o bien mantener la prestación si un familiar directo adoptaba el menor.

A pesar de estos adelantos, Joaquín García-Cazorla Taboada pide que se haga más formación a la plantilla de la Seguridad Social, porque los familiares van a las oficinas y les deniegan la ayuda. Hay profesionales que no son conocedores de estos cambios normativos y provocan que “los huérfanos dejen de recibir los derechos que los corresponden”.

A escala autonómica, solo nueve de las 17 comunidades tienen ayudas para las personas huérfanas de violencia machista. Cataluña es una de estas y la prestación está vigente desde el 2020. La ayuda catalana es una indemnización de pago único que se eleva a 6.146,5 euros. La pueden recibir los hijos o hijas de la víctima menores de 26 años si conviven con la víctima mortal en el momento de la defunción.

La Unión Europea está avanzando en una directiva europea sobre violencia de género, y el equipo del Fondo de Becas está interviniendo en los trabajos preparatorios para conseguir una protección adecuada de las víctimas. Según su copromotor, “si somos realistas, es complicado que el marco europeo sea tan avanzado como el español, porque cada país está en marcos legislativos muy diferentes. Por lo tanto, es importante continuar luchando para reforzar y garantizar la protección de las víctimas y los huérfanos de la violencia de género en España”.

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