La justicia ordena el cierre del vertedero ilegal gestionado por un exsocio de Jordi Pujol Jr.

La decisión judicial supone el fin de todas las actividades y los municipios cercanos deberán decidir cómo gestionan sus residuos a partir de ahora

Vertedero de Solius en Llagostera, Gironés (paisatgesverticals.cat)
Vertedero de Solius en Llagostera, Gironés (paisatgesverticals.cat).

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha ordenado el cierre «inmediato y urgente» de todas las actividades del vertedero de Solius, en Llagostera (Gironès), según ha informado eldiario.es. Lo gestionaba Gustavo Buesa, conocido como «el rey de la basura», exsocio de Jordi Pujol Jr. en otros negocios de residuos y donante de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), a la que entregó medio millón de euros entre el 2007 y el 2009.

La decisión judicial supone el fin de todas las actividades y los municipios cercanos deberán decidir cómo gestionan sus residuos a partir de ahora. Los Ayuntamientos de la zona y la Generalitat no podrán continuar con su acuerdo: convertir el basurero en una planta de transferencia para que los consistorios llevaran sus residuos allí y después estos se trasladaran a otra localización.

El vertedero funciona desde el año 1993 y obtuvo todos los permisos ambientales del Gobierno de Artur Mas a pesar de que se encuentra en el Massís de les Cadiretes, una zona de interés natural y área especial de protección de las aves.

Una parte del vertedero se encuentra en el Massís de les Cadiretes, considerada una zona de interés natural
Una parte del vertedero se encuentra en el Massís de les Cadiretes, considerada una zona de interés natural.

El vertedero se gestiona sin concurso desde su apertura y sus aguas residuales rebasaron los límites de contaminación permitidos durante años, según documentación a la que ha tenido acceso eldiario.es.

El TSJC revocó la autorización del vertedero de Solius en julio del 2020 y concedió un mes para cerrarlo. Sin embargo, ha continuado funcionando hasta ahora mientras la Generalitat y el Consorcio de Tratamiento de Residuos de Solius pedían ampliar el plazo para ejecutar la sentencia.

Desde febrero, no se deberían haber abocado residuos en el vertedero. Aun así otras partes del complejo han seguido funcionando, como una planta de compostaje y otra de prensado.

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