La CUP ha quedado fuera del Congreso de los Diputados en las elecciones del 23-J y no ha conseguir revalidar el resultado de dos escaños que consiguió el 2019. La formación, que ha centrado la campaña en la defensa de un referéndum de autodeterminación por Cataluña, ha logrado el 2,8% del voto, menos de la mitad que hace cuatro años, en los que fueron los primeros comicios estatales con participación de los anticapitalistas.
El jefe de filas de los anticapitalistas en Barcelona, Albert Botran, ha admitido que los resultados «son malos» pero ha avisado que «no acaba nada ni nadie se va hacia casa» porque la formación está acostumbrada a trabajar «fuera las instituciones».
El número 1 de la CUP por Barcelona ha dicho que tiene «claro» que «hay que hacer autocrítica» para entender porque en el contexto de polarización de votos entre el bloque del PP y del PSOE la alternativa independentista y anticapitalista «no se ha podido abrir camino». En total, la CUP ha perdido más de 150.000 votos respecto a los resultados de hace cuatro años. «Son unos deberes que nos ponemos y que por supuesto haremos», ha dicho Botran, que ha reiterado que no se han logrado los objetivos que se proponían.
