Las expectativas en el mercado azulgrana de fichajes se centran ahora mismo en esperar a que las ventas permitan inscribir a Iñigo Martínez, defensa del Athletic hasta el día 30 de junio pasado, y a Ilkay Gundogan, medio atacante del City, que también ha quedado libre y que, como Lewandowski, ha acatado el deseo de su familia de venir a jugar a un país con sol, invierno suave, fiesta y una gastronomía insuperable. Ambos tiene más de 30 años y ya han dado lo mejor de sí mismos en otros clubs, por más que puedan aportar oficio y profesionalidad en esta nueva etapa, probablemente la última de su carrera al máximo nivel.
Aquella máxima de Xavi de que «todos los futbolistas quieren venir al Barça» hay que acotarla a un determinado perfil de jugador, edad, circunstancias y condiciones, pues Haaland salió corriendo y el tiempo está demostrando que también influye mucho en las operaciones la capacidad de persuasión de un presidente como Joan Laporta, que empieza a pisar un terreno muy resbaladizo, empezando por su propia confianza en el entrenador.
Fuentes del entorno de ambos confirman un enfriamiento de la relación a causa de las exigencias de Xavi sobre fichajes y también de su propia propuesta de renovación, y la de todo su staff, que Laporta ha debido frenar y ponerla a la cola de sus prioridades por exagerada.
Ha habido algunas quejas por la verbalización que ha hecho Xavi, desde la cúpula considerada gratuita -y hasta frívola-, sobre algunas operaciones que se han encarecido o complicado al día siguiente de admitir un determinado grado de interés por su parte.
A esta situación hay que añadir que si Xavi tiene una lista de fichajes, pero Laporta, Mateu Alemany y Deco parece que trabajan con otra y que para la junta el refuerzo de Gundogan rebajaría la necesidad de firmar un sustituto de Busquets como Oriol Romeu.
Sin llegar a una atmósfera de tensión, existen evidencias de un cambio de actitud, pues Laporta espera que el equipo, con los refuerzos planeados, sea realmente competitivo en Europa y en la Liga, donde también se le va a exigir resultados y un juego más sólido y convincente que el del curso pasado. Ya hay quien afirma que Laporta se guarda la baza de Rafa Márquez por si las cosas no arrancan como es debido.
Por el momento, además, Xavi ha fichado a un periodista, Eduard Polo, de Mundo Deportivo, para canalizar en parte su relación con los medios y reducir el uso del canal oficial mediante el departamento de comunicación del club.
