Laporta presume de récords de ingresos comerciales con cifras más que dudosas

Declara un aumento del 4% respecto al ejercicio 2018-19, aunque las cifras no distinguen del efecto de las palancas y los 42 millones del museo, que también califica de récord, son menos de los 57,6 m. del ejercicio 2016-17

Joan Laporta

El FC Barcelona habría recuperado el pulso económico, en cuanto a ingresos, parecido al de la temporada previa a la pandemia, la 2018-19, según un informe detallado y hecho público a los pocos días del cierre del ejercicio 2022-23, en el que, de forma resumida, anuncia que se han batido varios récords en diferentes indicadores. Por ejemplo, «el negocio de las instalaciones de la temporada se cierra con ingresos récord, superiores en un 4% respecto a la temporada 2018/19, antes de la pandemia. Destacan facturaciones de ticketing nunca logradas en el fútbol masculino, femenino y en el baloncesto. El global -destaca en este apartado- ha cerrado el curso 2022/23 con unos ingresos totales de 154,8 M€. Esta cifra supone un 18% más de lo que estaba presupuestado al inicio de temporada y un 4% más de lo que se registró durante la temporada 2018/19, última completa antes de la pandemia de la covid».

A partir de este enunciado se hacen referencias más concretas a otros registros que, en general, cuestan de comprobar y de poner en un contexto unificado, pues de pronto se alude al «importante aumento de facturación que se ha registrado en el Spotify Camp Nou, con 97,6 M€ de ingresos», como al hecho de que por primera vez «se han vendido más de un millón de entradas para ver al primer equipo masculino, concretamente 1.021.001 (…) y también es la primera vez en la historia en la que se ha descendido la media de los 10.000 abonados que ni asisten ni liberan su localidad. Este año, la cifra se ha situado en una media de unas 8.400 localidades».

El cambio en la normativa -que obliga a los abonados a usar su localidad, sea como titular, dejando el carnet a otro barcelonista o poniéndolo a disposición del club a través del seient lliure para evitar un recargo o la supresión de sus derechos-, ha tenido este efecto positivo. Es una medida que sólo estaba en el programa electoral del candidato Toni Freixa y que la junta de Laporta se vio en la coyuntura de incorporar año y medio después de las elecciones ante elevado absentismo social. Finalmente, el liderato y el título de Liga, unido al aumento de entradas disponibles para la reventa oficial, ha provocado estos incrementos. En cuanto a la facturación de 97,6 millones, se da de forma aislada sin otro dato que permita compararla.

El mensaje es muy contundente y destacado: «La temporada 2022/23 del FC Barcelona pasará a la historia en el ámbito corporativo por las cifras de récord que se han registrado en el Área Comercial. Las principales líneas de negocio de este pilar del Club han llegado el 30 de junio con unas cifras muy por encima de las esperadas inicialmente, tanto en lo que se refiere a la venta de entradas en el negocio de instalaciones, como patrocinios o de venta de merchandising en las Barça Stores».

Hasta ahora, la administración de Laporta se había destacado por esa caída de ingresos, alarmante, y un incremento de los gastos muy por encima de las expectativas en un periodo que debió ser, a partir de la temporada 2021-22, de absoluta recuperación en todos los aspectos de esa explotación, como ha sucedido en la totalidad de los clubs europeos de primer nivel.

Este avance también recoge las facturaciones récord del femenino (2,7M€) y del baloncesto (4,5M€), como era de esperar en respuesta a la excelente respuesta de la afición en casa, en el caso del femenino por los partidos multitudinarios disputados en el Spotify Camp Nou, y al llamativo balance del baloncesto derivado el efecto Mirotic, fichado la temporada 2019-20. La propia junta que ha recortado la sección echando a Mirotic admite que respecto de la temporada prepandemia (2018/19) el aumento de las taquillas del Palau se ha elevado a un 126% de aumento en la facturación.

Sobre ese mismo ejercicio de récord de ingresos la temporada 2018-19, que fueron de 990 millones, no se alude, sin embargo, a la posibilidad de recuperar o de superar este techo por encima de los 1.000 millones, como han hecho los competidores, pues, aunque en el presupuesto se estimaba 1.255 millones, debe tenerse en cuenta el peso de los 600 millones obtenidos por los beneficios netos de las palancas. Es decir, por operaciones extraordinarias.

Como el resumen sólo se centra en el ámbito comercial y en concreto de la explotación de las instalaciones, debe analizarse ese dato de un aumento del 4% respecto de aquella temporada, donde por los conceptos de estadio y comercial la contabilidad reconoció ingresos por 212 millones y 325 millones. O sea, 537 millones en total. Del ejercicio vencido pueden inferirse aproximadamente los datos reales en base al presupuesto aprobado de ambas partidas, de 201 millones (estadio) y de 332 millones (comercial) que arrojan un total ligeramente inferior, de 533 millones. Aplicado ese 4%, el teórico volumen de ingresos ascendería a 554 millones; o sea, 21 millones más. El IPC entre ambas temporadas es del 14% aproximadamente de aumento, un dato que, desde luego, debe tenerse en cuenta, pues todos esos productos de explotación del estadio, las entradas, la restauración, el merchandising y, por descontado, el tour del Camp Nou se han visto afectados por esa subida.

La corrección por el IPC haría decaer levemente la euforia de estos datos, muy positivos, en cualquier caso, en relación a los mismos datos del Barça de Laporta, desastrosos, la temporada anterior. La previsión de la propia junta en la elaboración de los presupuestos ya fue muy positiva y optimista, con un incremento previsto de 238 millones para la temporada cerrada sobre la 2021-22: 70+ del estadio, -12 de media (por la venta del 25% de los derechos de TV) +87 en el ámbito comercial +94 en traspasos, ventas de activos y otros.

Sin embargo, dentro de estos volúmenes no queda claro donde empieza y donde acaba la obtención de recursos ordinaria y la de las palancas, extraordinaria, de la misma manera que determinadas cifras no tendrían la misma cualificación de excepcionales como las del propio museo, la joya de la corona azulgrana desde hace años que, por ejemplo, en el ejercicio 2017-18 recaudó 57,67 millones. Por el contrario, el apunte de la junta de Laporta afirma que «El Museo del Club cerró el curso 2022/23 registrando unos ingresos de 42 M€ y dejando una cifra excepcional: hasta el día 27 de mayo, fecha del cierre de la instalación por el inicio de las obras del Estadio, su facturación, de 39,9 M€, es la mejor de la historia».

Sería un relato confuso, inexacto, pues bailan dos cifras como recaudación, 42 millones y 39,9 millones, que tampoco alcanzarían los 57,67 millones de hace cinco años ni añadiendo un mes más de facturación, y mucho menos añadiendo el cálculo del IPC.

Como siempre, la parcialidad y la voluntad de la junta de Laporta de construir un relato fantasioso, al gusto del socio y estrictamente mediático, genera una mirada cuando menos incrédula sobre estos buenos datos que, en su conjunto, habrían de ser servir para mejorar los 274 millones de beneficios previstos en los presupuestos.

Baste, finalmente, un dato aún más susceptible de recelo para justificar esta desconfianza objetiva: «En el ámbito del patrocinio, el FC Barcelona generó la cifra récord en una temporada con 97,6M€ de ingresos adicionales, gracias a la firma de veinte nuevos contratos. Entre los nuevos patrocinadores del Club destaca la incorporación de Spotify (…)». Parece evidente que contabilizar los ingresos de Spotify como parte del récord de ingresos adicionales es gratuito, frívolo y muy poco profesional. Sería tanto como presumir de haber obtenido ingresos extraordinarios, adicionales y de récord, por la taquilla del único partido de Europe League disputado frente al Manchester United. Sí, otra posible tomadura de pelo.

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