Comisiones Obreras (CCOO) ha detectado «déficits graves» en la mina de Súria, propiedad de ICL Iberia, sobre todo en la organización del trabajo y en la comunicación entre los trabajadores.
Esta es una de las conclusiones del informe que el sindicato ha elaborado sobre el accidente mortal del pasado 9 de marzo, en el que perdieron la vida tres personas. CCOO ha negado que el suceso fuera «inevitable», como defiende la empresa, y ha alertado de que si no se llevan a cabo una serie de medidas correctoras, los «factores de riesgo siguen ahí».
Asimismo, el sindicato ha pedido la readmisión «inmediata» del vigilante del turno en el que se produjo el accidente, al que considera un «cabeza de turco», que fue suspendido de empleo y sueldo semanas después del suceso.
