Un total de 175 personas pidieron la eutanasia en 2022 en Cataluña y se acabó aplicando a 91. Son datos facilitados por el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya, coincidiendo con el segundo aniversario de la aplicación de la ley. De las personas que la solicitaron, 55 murieron antes de concluir el procedimiento, 12 peticiones se informaron desfavorablemente, 3 se aplazaron, 1 se revocó y otras 13 continuaban los trámites para verificar los requisitos necesarios. En promedio, las solicitudes tuvieron un tiempo de resolución de 42 días.
El Departamento de Salud y la Comisión de Garantía y Evaluación de Cataluña, que es el órgano independiente que garantiza la correcta aplicación de la ley, consideran que se está ejecutando de forma satisfactoria y da respuesta a una necesidad social largamente demandada. Por regiones sanitarias, casi 7 de cada 10 prestaciones se produjeron en Barcelona, concretamente el 67% (61 eutanasias). En Girona se hicieron 15; en Tarragona, 5, en la Cataluña Central y en Lleida se aplicaron 4 eutanasias, y en el Ebre y en el Alt Pirineu y Aran, una.
El 59% de los 175 solicitantes de la eutanasia eran hombres. La mayoría de peticiones que recibió la comisión procedían de la atención primaria (114), seguidas de los hospitales (51), sociosanitarios (8) y residencias (2). Las personas que la pidieron tenían, mayoritariamente, patologías neurológicas (un 36%) u oncológicas (34,85%). A mayor distancia están las personas con un contexto de multimorbilidad y fragilidad avanzada, y con enfermedades respiratorias.
La mayoría de las personas que recibieron la eutanasia sufrían enfermedades de años de evolución que afectaban en mayor o menor grado a su autonomía funcional, y les ocasionaban una alta dependencia que hacía necesaria la asistencia de otras personas para la higiene, la alimentación y otras actividades básicas de la vida diaria. Además, con frecuencia su capacidad de relación y comunicación también estaba gravemente afectada.
