Junts ha adaptado al escenario electoral de Barcelona la idea, sostenida en los últimos años por algunas de sus figuras, de que es un partido más de izquierdas que el PSC.
La novedad es que la usa ahora para tratar de rebatir el llamamiento de Ada Colau a un entendimiento tripartito entre socialistas, comunes y ERC (suman 24 concejales entre los tres), tras la victoria de Xavier Trias (11 concejales), convergente de toda la vida y un candidato que representaba a Junts muy a su manera, desmarcándose hasta el punto de ocultar las siglas y con Joana Ortega como número 6 negando que esa fuera una candidatura de Junts.
La forma como Trias elaboró la lista, sin figuras de la cuerda de la líder de Junts, Laura Borràs, escoció a algunos juntistas, de hecho, pero al final Borràs ha celebrado en primera fila la victoria de su alcaldable. Y al día siguiente, la presidenta suspendida del Parlamento de Cataluña se ha hecho eco del argumento antitripartito desplegado por el exconsejero Toni Comín.
Según él, «lo que no cuela es que Jaume Collboni o Ada Colau utilicen el argumento de que hay una mayoría progresista en el Ayuntamiento de Barcelona para impedirle ser alcalde, a pesar de haber ganado inequívocamente. Porque los estudios de opinión demuestran desde hace tiempo que el PSC está a la derecha de Junts«, ha afirmado enlazando un artículo en el que el académico Jordi Matas Dalmases lo argumenta a partir de encuestas sobre autoubicación y percepción de los votantes.
Como conclusión, Comín ha añadido que «en nombre del argumento de la mayoría de izquierdas y de parar a la derecha, a quien seguro que no podrían dar sus votos Ada Colau y Barcelona en Comú es al PSC para hacer alcalde a Jaume Collboni».
