Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha publicado su clasificación anual de 2023 que analiza la libertad de prensa en 180 países y ha situado a España en el puesto número 36, que ha reculado cuatro posiciones respecto a la clasificación del año pasado. Concretamente, la ONG ha atribuido este descenso a la precariedad de los periodistas, al bloqueo de la reforma de la Ley Mordaza y a la politización mediática.
RSF explica que, «a pesar de mantenerse entre el 30% de países del mundo con una situación buena o bastante buena para la libertad de información, los profesionales de los medios en España siguen sufriendo una precariedad preocupante y ya cronificada«. En este sentido, destaca que España ha registrado su peor resultado en el indicadcor económico (60,33 puntos sobre 100).
Por otro lado, la ONG indica que el contexto legislativo en que se mueve la profesión periodística no es tan favorable como se esperaba, puesto que la promesa del gobierno central y sus socios de derogar la Ley Mordaza ha quedado en papel mojado y la reforma de la normativa está bloqueada. En este aspecto, RSF destaca que tampoco han salido adelante otras reformas para despenalizar los llamados «delitos de opinión», mientras que se han multiplicado las acciones judiciales abusivas contra medios y periodistas.
La «fuerte politización de los medios de comunicación» es también uno de los aspectos negativos de la libertad de prensa en España puesto que, según la ONG, los medios «cada vez están más contagiados de la polarización que afecta a la política española» y son «más incapaces de respetar los imprescindibles límites entre la información y la opinión». Sin embargo, según RSF, «el clima sociocultural del país se encuentra entre los más favorables en la libertad de información de su entorno».
