Laporta echa a Telefónica, pero recuperará Barça TV en otro formato

Aprovechará la extinción del contrato y la conflictividad laboral para reciclar con menos coste parte del personal para trasladar la producción audiovisual a otro operador, quizá a Mediapro

Joan Laporta

La noticia del cierre de Barça TV a partir del día 1 de julio puede no ser del todo cierta ni tampoco ese tremendismo provocado en el entorno mediático por una decisión que estaba tomada desde que Joan Laporta tomó posesión del cargo el 17 de marzo de 2021. La inquina y el recelo personal de Laporta hacia Telefónica, la empresa de servicios que ha producido el canal desde el 16 de febrero de 2015, son manifiestas y públicas por su empatía con Mediapro de su amigo Jaume Roures, el gigante audiovisual al que le ‘regaló todo lo que estuvo en su mano mientras fue presidente entre 2003 y 2010.

Mediapro obtuvo la exclusiva de los derechos de tv de la Liga hasta la temporada 2014-14 a partir la expiración del contrato anterior con Vía Telefónica (luego Sogecable) y también la franquicia de la producción de la televisión azulgrana y como proveedor técnico único y oficial. No cabía, pues, la menor duda de que con el regreso de Laporta a la presidencia Barça TV estaba condenada irremediablemente. Otra cosa es que pueda resurgir, o transformarse con otro modelo y otro formato, como así será una vez rota para siempre la relación con Telefónica.

El comunicado oficial del club hecho público el jueves pasado no afirma ni mucho menos, como se ha interpretado, que la televisión del club vaya a desaparecer para siempre. “El FC Barcelona informa que ha comunicado a su proveedor TBSC Telefónica -decía la nota oficial-, la empresa que gestiona la televisión del Club, Barça TV, que no renovará el contrato de prestación de servicios, que finaliza el próximo 30 de junio de 2023”.

El relevo está ya en marcha y preparado, pues tampoco encaja esa decisión con la justificada y necesaria austeridad y recorte de gastos que presuntamente ha de aplicar Laporta a determinadas partidas. Desde luego, las secciones en general (Baloncesto, Balonmano, Hockey Patines y Fútbol Sala) y otras áreas pueden verse afectadas. En todo caso habrá un primer despido masivo de unos 150 empleados, entre puestos directos o indirectos, pero ese no será el caso de la ‘madre’ de la producción audiovisual del club, que ha de alimentar abundantemente las redes sociales con más de 300 millones de seguidores y la OTT Barça TV+, un modelo de negocio, difusión y comunicación potenciado hace pocos meses.

Precisamente, la estrategia de demolición y derribo del canal por parte de la junta de Laporta se ha desarrollado asociada a una política de explotación, recortes y conflictividad laboral sobre una plantilla bajo la dirección de TBSC Telefónica, a la que se han limitado y eliminado medios y retribuciones como las horas extras y obligado a jornadas interminables de trabajo. El malestar interno que finalmente llevó al personal a fijar un calendario de huelgas intermitentes, coincidiendo con los días de partido del primer equipo, también ha venido causado por la actitud autoritaria y déspota de Toni Cruz, el último fichaje de Laporta para el canal, aterrizado en el club por motivos que, en realidad, poco tenían que ver con sus necesidades y sí con cuentas personales pendientes.

Toni Cruz ha encarnado, según los empleados de Barça TV, ese descarada inclinación de la junta a presionarlos y someterlos a las peores condiciones de trabajo que nunca se habían dado en su gestión y explotación. La consigna recibida era generar ese clima de hostilidad e incomodidad mutuos hasta promover, como así ha sido, que TBSC Telefónica, sociedad filial nacida en su día con la única finalidad de producir Barça TV, no mostrara la menor intención de seguir ligada a la institución.

Las huelgas y las tensiones que Laporta ha contemplado y disfrutado con su cinismo e hipocresía habituales son el preludio de una oportunidad para el siguiente operador que se haga cargo de Barça TV, pues podrá contratar personal formado, preparado y extraordinariamente profesional en unas condiciones muy ventajosas.

La etapa de Barça TV que ahora tocará a su final arrancó con el contrato de fecha 16 de febrero de 2015 firmado con y Telefónica de Contenidos, S.A. para la cesión de los derechos federativos para la temporada 2015/16 y otro para la gestión, producción y explotación del Canal Barça por valor de 140 y 15,6 millones de euros, respectivamente.

Una vez pagada y amortizada esa franquicia, el Barça acordó mantener su producción con TBSC (Telefónica Broadcast Services Catalunya Barcelona Producciones SLU), que ha verá extinto su acuerdo con el mismo presupuesto que empezó. Ejecutivos y trabajadores se han lamentado que, pese a esa congelación de los recursos “las exigencias han sido de más programas, más contenidos, más directos, más enviados especiales y más personal”, lo que ha conducido a este final tan poco feliz. Barça TV cuesta anualmente unos 7,9 millones, de los cuales 6,4 millones son para el operador en concepto de producción y masa salarial. Por otra parte, 1,5 millones son para pagar el múltiplex de la TDT, un precio seguramente excesivo.

La situación de aislamiento respecto de Telefónica se produjo cuando los clubs ya no pudieron comercializar sus derechos individualmente (Liga y Copa) y se vieron obligados por decreto a aportarlos a LaLiga. Curiosamente, después del anuncio de la no renovación con TBSC Telefónica, aunque se propaló una oleada mediática de solidaridad y de lamentos, la verdad es que no han aparecido signos de beligerancia laboral ni de protestas como las que, de forma recurrente, han venido marcando la actualidad desde que Toni Cruz llegó para crispar y alterar el funcionamiento del canal.

A diferencia de Real Madrid TV, que encontró su mayor acomodo y expansión como canal libre y abierto de la TDT a nivel nacional, Barça TV es de pago fuera de Catalunya, donde el potencial de espectadores es mayor y, por falta de derechos, no es competitiva en Catalunya.

Por su parte, la plataforma digital de contenidos audiovisuales del FC Barcelona, el OTT BarçaTV+, funciona a través de la web y de la app del Club, de la nueva app para SmartTV (AppleTV, AndroidTV y FireTV) y para todos los dispositivos -ordenador, tableta táctil, móvil y televisión a través de la tecnología cast-, en tres idiomas, catalán, castellano e inglés. También se ha habilitado la suscripción a través de la app de compra de Apple.

Los usuarios barcelonistas de todo el mundo ya ascienden a casi tres millones consumiendo más de 1.000 horas de contenido diverso, informativo, y más de 3.000 vídeos 100% Barça, que también se pueden disfrutar bajo demanda. Las opciones son series exclusivas y documentales de creación propia a la carta, también algunos partidos antiguos del primer equipo de fútbol, así como del Barça B, el Barça Femenino, secciones y categorías formativas. O sea que Barça TV, como generador y emisor de contenidos audiovisuales, seguirá existiendo, seguro que no con Telefónica. ¿Quizá revivirá con la ayuda de Mediapro? Sin duda es una posibilidad que dependerá, en cualquier caso, de la generosidad de Laporta para con otro de sus amigos.

Tampoco ha habido ahora reacciones como las de la vicepresidenta Elena Fort cuando, en 2011, la junta hubo de replantearse el coste y pretensiones de Barça TV, entonces en manos de Mediapro, porque consumía tantos recursos como la Masia. “Inútiles y resentidos… #sandrodimissio #salvemBarçaTv… Y va y se cargan Barça TV….. #UsFelicitoFills!!!!”, dijo en otro de esos tuits suyos para enmarcar. Y eso que Barça TV no desapareció.

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