Cinco de los cuatro actuales grupos municipales del Ayuntamiento de Tortosa (Baix Ebre) –Movem, ERC, PSC y la CUP– han firmado un acuerdo, impulsado por la Comisión para la Retirada de los Símbolos Franquistas de Tortosa, en el cual se comprometen a luchar por la retirada del monumento franquista del Ebro, asumiendo «las gestiones necesarias» para «agilizar» el desmontaje. Esto implica recurrir como ayuntamiento las decisiones judiciales que lo impidan, o reforzar las políticas de memoria democrática, entre otros, un acuerdo al que Junts per Catalunya no se ha sumado.
El compromiso se consensuó inicialmente con la formación posconvergente, que lo enmendó en algunos aspectos, pero finalmente no lo ha firmado. Junts per Catalunya concurrirá a las próximas elecciones municipales en coalición con Junts per Tortosa, el partido de la alcaldesa Meritxell Roigé, que tampoco se ha adherido al compromiso.
La retirada del monumento franquista de Tortosa está paralizada por orden de la justicia, a la espera de que se resuelvan los recursos contenciosos pendientes. El colectivo Corembe -el grupo ciudadano que reclama reinterpretar el monolito- solicitó medidas cautelarísimas que el juzgado contencioso-administrativo número 2 de Tarragona aceptó y, desde el verano de 2021, los trabajos de retirada están suspendidos.
