Como era de esperar, Joan Laporta consiguió que el Real Madrid respondiera a sus ataques institucionales de la previa, intencionadamente lanzado con la finalidad de abrir un nuevo frente y otra polémica que dispersara la bruma espesa provocada entre la prensa catalana por la poca transparencia de su comparecencia sobre el caso Negreira. El Real Madrid, a través de su más eficiente altavoz, Real Madrid TV, emitió la misma noche del lunes un vídeo realmente delirante intentando demostrar lo contrario del discurso de Laporta.
«Todo el mundo sabe que el Real Madrid es un club históricamente favorecido por los errores arbitrales, el club del régimen. Durante siete décadas, los presidentes de los árbitros han sido exsocios del Madrid, exjugadores o exdirectivos -a veces, todo al mismo tiempo durante 70 años- los que han designado a los árbitros que debían impartir justicia. Que este club se persone en la mejor época de nuestro club es un ejercicio de cinismo sin precedentes. Ojalá este juicio les deje en evidencia», dijo el presidente azulgrana.
La réplica desde el canal blanco fue un intento fallido y cómico de justificar que durante el franquismo el Real Madrid hubo de rehacerse de las cenizas de la guerra sin el apoyo del gobierno ni de las administraciones, mientras que el FC Barcelona gozó de los favores de Francisco Franco, directamente, mediante recalificaciones y ayudas políticas para construir el Campo Nou en 1957.
Secuencias dantescas con sonido de NODO y un final soez en el que se puede interpretar que desde el madridismo se insulta directamente a Joan Laporta con una voz en off del más allá que pretende ser la de Santiago Bernabéu.
Una réplica esperpéntica con el permiso de Florentino Pérez que, no obstante, a pesar de conseguir desviar por completo la atención sobre la decepcionante rueda de prensa de Laporta, mantiene intacta su relación y el objetivo común de reactivar la Superliga, además de esa asesoría-control que el presidente blanco ejerce sobre la gestión del club azulgrana.
