El gobierno catalán ha sacado adelante sus medidas contra la sequía pese a las discrepancias con la oposición. El ejecutivo de Pere Aragonès ha aprobado este martes la propuesta que puso sobre la mesa a los partidos en la cumbre especial del viernes sobre la sequía.
Aunque no se cerró un acuerdo de consenso -especialmente, por las negativas del PSC, a una moratoria hasta el 1 de julio del régimen sancionador, y de Junts, a apoyar un pacto sin los socialistas-, el gobierno de la Generalitat ha optado por aplicar su planteamiento, que incluye medidas como que las piscinas municipales o «asimilables» se puedan llenar o una línea de 50 millones de euros adicionales de ayudas a los ayuntamientos para realizar obras que mejoren el abastecimiento de agua.
El ejecutivo habilitará también una partida extraordinaria de los presupuestos para hacer frente a la sequía y modificar el Plan Especial de Sequía. Durante el mes de mayo se abrirá una nueva convocatoria para cofinanciar los gastos del mundo local en el transporte de camiones cisterna y obras de emergencia. Además, habrá una nueva convocatoria de subvenciones para la redacción de planes directores de abastecimiento municipal.
