El PSC evita confrontarse con la ACA por la sequía pero rechaza las sanciones

ERC acusa a los socialistas de bloquear el acuerdo "por cuestiones electoralistas"

    La viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret, en la sede del partido (ACN, Sílvia Jardí)

    El PSC ha rechazado confrontarse con la Agencia Catalana del Agua (ACA) por la gestión de la sequía, después de que su director, Samuel Reyes, haya reprochado a los socialistas que utilizaran la cumbre del agua «para intentar conseguir el titular de que el régimen sancionador se eliminaría». La viceprimera secretaria del PSC, Lluïsa Moret, ha evitado la disputa con Reyes, y ha reclamado al Govern que trabaje con los ayuntamientos como «parte de la solución» y no como parte del problema.

    En este sentido, Moret ha advertido que para hacer frente a la sequía hacen falta «inversiones, y no sanciones», y se ha quejado de que una de las medidas más importantes del decreto esté «basada» en «el sancionar y culpabilizar» a los consistorios. «No es la manera más adecuada de afrontar este problema grave de país», ha considerado la socialista.

    ERC acusa al PSC de «electoralismo»

    Por su parte, la secretaria general adjunta de ERC y portavoz del partido, Marta Vilalta, ha responsabilizado al PSC del fracaso de la cumbre del agua celebrada el viernes en el Palau de la Generalitat entre el Govern y los partidos políticos, que acabó sin acuerdo. Según Vilalta, los socialistas se negaron al acuerdo «básicamente por cuestiones electoralistas» pocos meses antes de las elecciones municipales. «Anteponen el electoralismo y el tacticismo a un acuerdo de país», ha añadido.

    En una rueda de prensa, la portavoz republicana ha pedido «máxima responsabilidad» ante la situación de sequía y ha criticado que el PSC «bloquee» el acuerdo por su oposición al régimen sancionador a los ayuntamientos que no están tomando medidas para evitar el derroche de agua, como por ejemplo aquellos que tienen escapes en la red municipal. Según Vilalta, arreglar estas pérdidas «podría ahorrar el agua equivalente a la que genera una desaladora anualmente».

    «El acuerdo global estaba», ha explicado, pero no prosperó por la «obsesión» de los socialistas «para eliminar el régimen sancionador que busca que se hagan las cosas bien, no se derroche agua y se ahorre todo el agua que se pueda». «La voluntad no es multar, no es ir con la sanción por delante, sino hacer frente a una sequía extrema», ha subrayado la portavoz republicana.

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