La fuerte inversión económica que ha llevado a cabo el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) durante los últimos años en los espacios fluviales, junto con el importante esfuerzo técnico y voluntad política, se ha traducido en una notable mejora ambiental de los ríos metropolitanos, y ha permitido avanzar en la convivencia armónica entre el uso social que hace la población y el desarrollo de la flora y la fauna. Desde 2015, mediante el Programa de actuaciones en paisajes naturales y urbanos (PSG), la Administración metropolitana, en colaboración con los ayuntamientos, ha destinado 40 millones de euros a múltiples actuaciones para mejorar los espacios fluviales de los ríos Llobregat y Besòs. Algunas actuaciones también han recibido financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Como explica el coordinador de infraestructuras del AMB, Martín Gullón, las acciones responden a tres objetivos o ejes prioritarios: la recuperación ambiental, la ordenación del uso social y la mejora paisajística. El ente metropolitano busca “acercar los ríos a la población” y un ejemplo de esto, señala Gullón, es el hecho de que el río Llobregat ha alcanzado los casi 3 millones de visitas anuales. Además de este incremento de afluencia, las inversiones también han conseguido una mejora ambiental y en la calidad del agua y de la vegetación de los espacios fluviales metropolitanos.
Algunas de las actuaciones que ha impulsado el AMB están relacionadas con la conectividad y la mejora de los caminos de los ríos. Por ejemplo, se han construido cuatro vados inundables -dos en el río Llobregat, uno en el río Ripoll y uno en el río Sec-, un pasadero elevado de peatones en Barberà del Vallès y un pasadero sobre la riera Comerç. En el Llobregat, el AMB ha actuado en 36 Km de longitud y ha impulsado acuerdos interadministrativos para el mantenimiento y mejora del río con municipios que tienen territorio en el espacio fluvial como Molins de Rei, Pallejà, Sant Boi de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat y Sant Vicenç dels Horts. También se ha actuado en 10,8 Km del espacio fluvial del Besòs y 9,2 Km en el del Ripoll.
Estas actuaciones han conseguido transformar un río degradado en un espacio fluvial atractivo, y recoser, a la vez, las relaciones con las ciudades del entorno y con otros espacios metropolitanos. Además, también se han desarrollado acciones para fomentar el goce del espacio fluvial por parte de la ciudadanía y su percepción como un lugar de proximidad para la gente. Según encuestas recientes del AMB, más del 80% de los visitantes del espacio del Llobregat son del territorio y muchos van dos o tres veces por semana, y las actividades destacadas son hacer deporte, andar y pasear al perro -entre otros- así como la oportunidad de estar en contacto con la naturaleza.
Varias acciones que se han llevado a cabo en el Llobregat están vinculadas a la recuperación socioambiental de este espacio. En este sentido, las actuaciones suman más de 10 Km de longitud de camino paralelo al río y accesos desde los cascos urbanos de los municipios, y se adaptan a las particularidades de cada localidad. Los principales territorios del espacio fluvial donde se ha actuado son Molins de Rei, Sant Andreu de la Barca, El Papiol, Pallejà, Sant Joan Despí, Sant Vicenç dels Horts, Santa Coloma de Cervelló, Sant Boi de Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, El Prat de Llobregat y Catellbisbal, donde se ha intervenido mediante la mejora de caminos, la plantación de especies y la creación de miradores y de áreas de estancia y de recreo.
En el marco del PSG, las acciones encaminadas a favorecer la biodiversidad también tienen un papel importante. De hecho, como señala Gullón, en los espacios fluviales metropolitanos “hay mucha vida” y, con el objetivo de contribuir al buen desarrollo de las distintas especies, una de las actuaciones destacadas es la creación de un refugio de biodiversidad en el margen derecho del río Besòs, en Santa Coloma de Gramenet, que incorpora actividades sobre educación ambiental. Según explica Jose Alonso, técnico de infraestructuras del AMB, este refugio implica la creación de un sistema de lagunas para promover la colonización de especies de fauna y flora, la plantación de vegetación y la reducción de especies exóticas e invasoras. Además, incluye la puesta en marcha de un espacio educativo para el desarrollo de actividades de divulgación y ciencia ciudadana.
De cara a un posible futuro Plan Estratégico Metropolitano del Llobregat, el AMB lleva a cabo dos estudios para analizar la conectividad ecológica y la biodiversidad del río. En cuanto al primer aspecto, se ha detectado que la fauna tiene varias dificultades para moverse a causa de las zonas urbanas e industriales y de las infraestructuras que rodean el río. En relación con la biodiversidad, hay más de 1.200 especies de fauna y más de 2.000 de flora, según los datos.
Proyectos europeos en el río Llobregat
La singularidad del espacio del río Llobregat hace que sea una zona de especial interés en el ámbito europeo y es el motivo por el cual forma parte de proyectos financiados por la Unión Europea como el LIFE UrbanGreeningPlans y el Clearing House. El primero, con una duración de dos años (2021-2023), busca impulsar la renaturalización de las ciudades de más de 20.000 habitantes reforzando la biodiversidad y mitigando los efectos del cambio climático, y en este caso se centra en el ámbito metropolitano del río Llobregat. El segundo, en cambio, forma parte del programa Horizon 2020 y pretende conocer en profundidad los árboles y bosques que encontramos en la metrópolis con el objetivo de mejorar la gestión y potenciar la presencia en las ciudades por todos los beneficios que aportan en el territorio y a la salud de las personas. En este caso, el AMB ha escogido como ámbito de estudio del proyecto el valle bajo del río Llobregat.
Redacción de El Triangle – Con la colaboración del Área Metropolitana de Barcelona
