Felipe VI reclama frenar “la erosión de las instituciones”

El jefe de Estado ha señalado que los ciudadanos necesitan que los poderes “respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal con respeto a la Constitución y a las leyes”

Felipe VI durante el discurso de Navidad
Felipe VI durante el discurso de Navidad.

El jefe de Estado, Felipe VI, ha enviado un mensaje directo a los poderes públicos de España para frenar “la erosión de las instituciones”. El discurso de Navidad del monarca está enmarcado en una semana de tensión entre el Gobierno central, el PP y los jueces conservadores del CGPJ. El lunes, el Tribunal Constitucional ha detenido la tramitación legislativa de dos enmiendas en el Senado que afectaban a cambios en el sistema de elección de los magistrados del órgano en respuesta a un recurso del PP.

El artículo 56 de la Constitución indica que el jefe del Estado “arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones” y Felipe VI ha querido utilizarlo para tratar de poner paz. Se ha dirigido a todas las partes sin señalar a ninguna en concreto para que todas se den por aludidas y asuman su parte de responsabilidad.

Les ha pedido “responsabilidad” y “reflexionar” sobre las consecuencias que la situación puede tener en la “unión” y la “convivencia” de los españoles. Felipe VI ha advertido del peligro de “dar por hecho” todo lo conquistado en “casi 45 años desde la aprobación de la Constitución”.

Instituciones en favor del interés general

“El espíritu que la vio nacer, sus principios y sus fundamentos, que son obra de todos, no pueden debilitarse ni deben caer en el olvido”, ha señalado. “Necesitamos instituciones que respondan al interés general y ejerciten sus funciones con colaboración leal con respeto a la Constitución y a las leyes, y sean un ejemplo de integridad y rectitud”, ha destacado.

El jefe de Estado considera que la “erosión de las instituciones” es uno de los tres riesgos a los que tienen que enfrentarse las democracias en la actualidad. También han de hacer frente a “la división” y “el deterioro de la convivencia”, haciendo referencia a la polarización y la necesidad de guiarse “por la razón”. “Un país o una sociedad dividida o enfrentada no avanza, no progresa ni resuelve bien sus problemas, no genera confianza. La división hace más frágiles a las democracias; la unión, todo lo contrario, las fortalece”, ha expresado.

 

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