Lo mismo que a Òmnium Cultural: que abogue por la unidad del independentismo, una idea antes esgrimida por Junts y el Consell per la República para aglutinar el movimiento.
Las discrepancias entre los dos principales partidos independentistas, ERC y Junts, que desembocaron en la ruptura de su gobierno de coalición, se reflejan en el progresivo distanciamiento público entre las dos entidades principales del proceso, Òmnium Cultural y la ANC, ya evidente la pasada Diada.
Ahora, las distancias marcadas por el sector más moderado, representado por ERC y Òmnium, respecto de la manifestación convocada por la ANC este martes contra la reforma del Código Penal, y crítica con el gobierno de ERC, son la última muestra.
En este contexto de divergencia, la expresidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, de ERC, y el presidente de Òmnium, Xavier Antich, han reclamado unidad, lo que ha levantado críticas, reflejadas en las redes sociales.
En particular, de dos figuras que tuvieron vínculos en el pasado con ERC como Ramón Cotarelo -efímero miembro de sus listas- y Joan Puig -exdiputado en el Congreso-, más cercanos desde hace tiempo a la línea dura de Junts y el CxRep .
Después de que Forcadell considerase «imprescindible recuperar la unidad estratégica entre instituciones y sociedad civil si queremos ganar», Cotarelo le ha tratado de cínica, aduciendo que «sois vosotros los que habéis roto siempre la unidad independentista», antes de acusar a ERC de perseguir a Quim Torra y Laura Borràs, y de tratar de encarcelar a Carles Puigdemont.
Joan Puig, por su parte, ha indicado que «las presiones políticas» están convirtiendo a Òmnium «en una entidad económica», y ha lamentado «la guerra civil independentista que va a más cada día».
