El Gremio de Restauración de Barcelona ha anunciado que interpondrá seis recursos contencioso-administrativos contra los nuevos horarios del sector decididos por el Ayuntamiento de la capital catalana.
A partir de este sábado, las terrazas de 18 calles y plazas del distrito de Ciutat Vella tendrán que cerrar a las 23 horas, una medida que afecta a unos cincuenta establecimientos de zonas ruidosas ubicadas en los barrios del Raval y el Gòtic. Además, el Ayuntamiento de Barcelona ha adelantado una hora -de las 3 a las de la madrugada- el cierre de los bares y restaurantes en la zona.
El Gremio de Restauración ha anunciado que, de entrada, empezará recurriendo las restricciones horarias que afectan a las zonas de Enric Granados, los Jardins de la Mediterrània y varias plazas de Gràcia.
Esta organización acusa al Ayuntamiento de castigar a los clientes y de pretender hacer creer que cerrar terrazas a las doce es un disparate. En este sentido, argumenta que ciudades como Lleida, Girona, Valencia, Sevilla y Málaga autorizan esta actividad hasta más allá de la medianoche, y señala que los horarios de Barcelona se han endurecido a pesar de ser «de los más restrictivos».
El Gremio ha iniciado este jueves una campaña para «concienciar» a los consumidores, bajo el lema «Castigados sin postre», contra las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Barcelona.