El Gremi de Restauració de Barcelona recurrirá a la justicia cualquier reducción horaria aplicada a las terrazas que apruebe el gobierno municipal, como la última que se ha anunciado en la calle de Enric Granados y en dos plazas de Gràcia, la del Sol y la de la Revolució. Los restauradores han criticado el modelo «toque de queda» del Ayuntamiento de Barcelona, al que acusan de no querer aplicar cambios quirúrgicos, como dicen, sino de «recortar el horario en todas partes».
El gremio ha anunciado que pedirá también amparo al Síndic de Greuges «ante el alud de irregularidades que se han cometido durante la instrucción de los distintos expedientes administrativos».
Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido corresponsabilidad al Gremi de Restauració de Barcelona sobre los problemas de ruido de las terrazas. «Barcelona fue generosa con el Gremi de Restauració, y ahora el gremio debe ser corresponsable del descanso de los vecinos y el cumplimiento de las normativas», afirmó. La alcaldesa responde así a las críticas del gremio: «Estamos favor de la restauración pero no a expensas del descanso de los vecinos».
