Los grupos de oposición en la Paeria paralizan el macropolígono industrial que amenaza la huerta de Lleida

El proyecto, actualmente en fase de información pública, contempla una gigaparcela de 135 hectáreas que permite la instalación de actividades Seveso

El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo (ERC), y su teniente de alcalde de Urbanismo, Toni Postius (JxCat), se han llevado una sonora bofetada. El plenario del Ayuntamiento, reunido este viernes, ha aprobado una moción del PSC que insta a la Paeria a exigir la suspensión de la tramitación del Plan Director Urbanístico de Actividad Económica (PDUAE) que promueve la Generalitat y que amenaza con la destrucción de las ricas zonas de huerta del Graeló y Quatre Pilans.

Esta moción ha contado con el apoyo de los grupos municipales del PSC, Comú, PP y Ciutadans, que suman más votos que el gobierno municipal, formado por ERC y JxCat. La moción también reclama que se inicie un proceso participativo “transparente y riguroso” para debatir en profundidad el impacto socioeconómico, medioambiental y paisajístico que tendrá este macropolígono, que afecta un total de 1.280 hectáreas.

El proyecto de este macropolígono cuenta con la oposición frontal de los más de 200 vecinos damnificados, que se verían obligados a marchar de su casa y a abandonar los cultivos de huerta. También tiene una fuerte incidencia en el barrio de Magraners, que quedaría a tocar de la nueva zona industrial.

Unos de los aspectos más criticados es el gigantismo de este futuro macropolígono, que irá destinado a grandes actividades logísticas e industriales. La parcela mínima que prevé el PDUAE es de cuatro hectáreas. Además, contempla la creación de una gigaparcela de 135 hectáreas donde, según el proyecto presentado a información pública, se podrá instalar una enorme industria de la categoría Seveso (reservada a las actividades peligrosas, como las químicas).

Los vecinos del Graeló y Quatre Pilans denuncian el secretismo que ha rodeado la tramitación de este proyecto urbanístico y se consideran “engañados” y “traicionados” por el equipo de gobierno de la Paeria. En una entrevista mantenida recientemente con la teniente de alcalde Jordina Freixenet (ERC), ésta les manifestó que el proyecto “era cosa de JxCat” y que ERC todavía no había entrado a analizarlo a fondo.

No solo el voto contrario del plenario municipal de Lleida supone un frenazo en seco del macropolígono de Torreblanca-Quatre Pilans. También la salida de JxCat del Gobierno de la Generalitat puede dejarlo en vía muerta, puesto que su gran impulsor y valedor era el departamento de Territorio y Sostenibilidad, que hasta ahora dirigía el cesado Jordi Puigneró. La obligada recomposición del Gobierno también comportará la salida del leridano Isidre Gavín (JxCat), secretario de Movilidad y Logística y que es el “responsable intelectual” y “padre político” de esta barbarie urbanística que amenaza la huerta y el futuro de Lleida.

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