Hace un par de semana leía, en uno de esos grupos de búsqueda de empleo en Facebook, una oferta laboral. La persona que lo compartió había escrito de una manera muy curiosa y a su vez bastante común y normalizada por ciertos grupos radicales nacionalistas catalanes que actúan con xenofobia y odio especialmente hacia las comunidades latinoamericanas castellanoparlantes. La oferta laboral era para camarero en una cafetería de un populoso barrio en L’Hospitalet de Llobregat, barrio que dicho sea de paso se compone de aproximadamente un 90% de latinoamericanos y que mantienen la hostelería en ese lugar; es decir, que representan la mayoría de clientes consumidores en bares, cafeterías y restaurantes de la zona.Para no hacer larga la historia, les voy a comentar los requisitos para optar a dicho empleo de camarero…
Vosotros estaréis pensando que son requisitos comunes para este tipo de trabajo. Pues no es así, en realidad el texto decía que sin experiencia previa y sin importar su estatus legal. Pero tranquilos que lo más importante estoy por escribirlo. Resulta ser que solo había un requisito y extremadamente importante para quien ofrece el trabajo. El requisito era hablar y escribir catalán pero nivel avanzado. Eso era todo, lo demás no importaba.
Me atreví a buscar la dichosa cafetería en el populoso barrio y me encontré con casi el 100% de inmigrantes latinos como clientes consumidores del local. Ninguno de ellos hablaba catalán en ese momento y estoy más que seguro que ni siquiera se ha preocupado por aprenderlo. Después de esta maravillosa historia de barrio, paso a escribir lo que en realidad quería deciros. El asunto es que hay grupos radicales que se meten como las moscas en todos lados y van generando controversia y odio por las redes sociales y esto obviamente se traslada a las calles y es cuando empieza el odio sistemático, la xenofobia y la discriminación hacia los inmigrantes latinoamericanos
Los radicales insisten en que los inmigrantes son colonos, que están obligados a hablar en catalán y además promover ante el mundo que vivimos en la republica catalana, no en el estado español. Insisten en que hay persecución y odio hacia Cataluña.
Señores, señoras radicales nacionalistas catalanes, que sepan que no puede existir odio hacia un trozo de tierra, que sepan que muchos de vosotros sois descendientes de inmigrantes, que sepan que vosotros no seríais nada sin los inmigrantes latinoamericanos, que sepáis que el odio y la división lo generáis vosotros.
El mundo es de todos y todas y no se puede imponer las cosas a nadie, porque con imposición ni la comida es buena. Existe un principio de convivencia y buena relación entre las personas y sus distintas culturas y costumbres. Esto en cualquier lugar del mundo mal llamado civilizado, se podría poner en práctica y comprender a la perfección. Sin embargo no es el caso de catalanismo radical, que siempre busca confrontar y minimizar a quienes no comparten su sueño de una república independiente.
Podría ocupar quizá más de todas las ediciones impresas de este medio de comunicación para explicar o más bien definir el alto nivel de ignorancia que aflora en la mayoría de radicales. Por lo general, estos siguen un patrón que políticos y pequeños grupos han creado, pero sin dar a conocer las verdaderas intenciones que comúnmente están orientadas a los intereses mezquinos de grupos de poder locales intentando fraccionar a las clases pobres en especial. Con ese cometido logran sus propósitos sin poner la cara y dejando que sus marionetas hagan el trabajo sucio.
Por último quiero reflexionar y aclarar como siempre que en mi mundo no existe odio para nadie y menos para un pueblo trabajador y servicial como el pueblo obrero catalán.
Mi critica siempre ira orientada hacia aquellos parásitos que generan odio y división y que además quieren imponer su cultura y su lengua a la fuerza a las poblaciones migrantes, motor importante de la economía y que cada día suman más en esta Cataluña de circo y pan que han fabricado los políticos demagogos y egoístas.
