Claro que hay trama rusa del procés. Desde el independentismo más intolerante y desde el entorno del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha vendido la idea de que una decisión judicial ha sentenciado que no existía esta trama, pero esta decisión sólo afectaba al negocio que intentó hacer el empresario ruso Alexander Dmitrenko de venta de petróleo ruso a la China y que no le salió bien. Se trata de la pieza separada número 7 de un proceso que incluye muchas más ramificaciones. La implicación de Josep Lluís Alay, jefe de la Oficina de Puigdemont, en esta operación se limitaba a que felicitó a Alexander Dmitrenko cuando creía que había cobrado una comisión suculenta por esta operación. Finalmente, Dmitrenko se quedó sin la comisión y el juez Joaquín Aguirre ha sobreseído provisionalmente esta investigación.
Pero la trama rusa no se ve afectada por esta decisión. Dmitrenko acompañó a Alay a Rusia en varias ocasiones y el jefe de la Oficina de Puigdemont las aprovechó para pedir apoyos a la causa independentista catalana. Medios que ahora se han convertido en propagandistas de la invasión rusa de Ucrania, como Rusia Today o Sputnik TV, apoyaron el proceso independentista y entrevistaron y dieron protagonismo a menudo a Puigdemont. Emisarios rusos se reunieron con él en el Palau de la Generalitat para ofrecerle el apoyo del Kremlin a la independencia, con mucho dinero y soldados por en medio, a cambio de que convirtiera a Catalunya en un paraíso fiscal para las criptomonedas.
Se espera con expectación la nueva declaración que ha pedido hacer sobre este caso Víctor Terradellas, el hombre que llevó a esos emisarios rusos al despacho de Puigdemont. Terradellas está enojado con Junts porque le han apartado de la candidatura a la alcaldía de Reus por este partido. ¿Qué quiere contar ahora? También es necesario saber qué puede explicar, si quiere, Elsa Artadi, que participó en estas reuniones, y que renunció a ser la candidata de Junts a la alcaldía de Barcelona cuando se publicó su relación con la trama rusa.
Puigdemont, Alay y su entorno, han exigido a Gabriel Rufián, el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, que pida perdón por haber dicho que hay dirigentes de Junts que han querido jugar a ser James Bond. No tiene porqué hacerlo, la trama de los espías rusos existió y hay que saber más detalles de cómo funcionó y de si está todavía operativa.
