Durante una semana, los pasillos, el auditorio, algunas salas del Parlament e incluso su hemiciclo han estado ocupados por cerca de setenta universitarios y universitarias. Eran estudiantes de todas las universidades catalanas -públicas y privadas- que, entre el 9 y el 15 de julio, se han convertido en diputados y diputadas, periodistas, lingüistas o letrados del Parlament. Ha sido la SPUNI, Semana del Parlamento Universitario.
Estos jóvenes han realizado, por tanto, una simulación del funcionamiento cotidiano de la Cámara parlamentaria. Les han explicado cómo se organiza, cómo trabaja y lo han puesto en práctica, eligiendo un presidente de la Generalitat y debatiendo algunos textos legales en la sala de Plenos. En dos ocasiones, las sesiones plenarias han sido presididas por la presidenta del Parlament, Laura Borràs. Los estudiantes se han reunido con miembros de todos los partidos políticos con representación parlamentaria y les han podido preguntar lo que les interesaba. Incluso quienes tienen más claras sus simpatías políticas se han podido hacer selfies con los diputados o diputadas de su cuerda ideológica.
Dos de los estudiantes de Periodismo que han participado en la SPUNI han moderado un debate entre portavoces de los cinco partidos con presencia en la Cámara simulada. La organización de la SPUNI distribuyó a los participantes entre cinco grupos políticos que, lógicamente, casi nunca coincidían con sus planteamientos ideológicos. Así, podías ver a un chico que se considera socialista defendiendo ideas conservadoras o uno de derechas haciéndose pasar por verde izquierdista.
Las negociaciones para facilitar la investidura del nuevo presidente dieron lugar a un gobierno formado por liberales, conservadores y demócratacristianos. Socialistas y verdes quedaron en la oposición. El gobierno de derechas incluyó en su programa que la educación católica fuera obligatoria en las escuelas catalanas. ¡Menos mal que se trataba sólo de una simulación!
La simulación fue tan conseguida que algunos de los estudiantes diputados copiaron el mal ejemplo de quienes, en el Parlamento real, optan por gritar o despreciar a los contrincantes políticos en vez de esforzarse por convencerlos con argumentos y palabras sensatas.
Pero la sangre no llegó al río. Al final, foto de grupo en las escaleras del Parlament, con Laura Borràs presidiéndola, y vuelta a casa con un certificado de asistencia a una semana que habrá sido, seguro, una de las más provechosas del curso académico 2021-2022. Gran parte del mérito hay que imputarlo a un equipo de protocolo y relaciones institucionales del Parlament que ha trabajado mucho y bien. ¡Gracias, y a preparar la Spuni 2022-2023!
