El anuncio de la posible candidatura del expresidente del Barça, Sandro Rosell, a la Casa Grande, en las elecciones municipales del año próximo, ha alborotado el gallinero. No lo tendrá fácil para vencer los engrasados aparatos de los partidos y, además, tiene dos poderosos enemigos que intentarán hacerle daño para torpedear su acceso al Ayuntamiento de la capital catalana: el actual presidente del Barça, Joan Laporta, y el empresario audiovisual Jaume Roures, que disponen de una amplia red de complicidades periodísticas y mediáticas con capacidad contrastada para atacar la imagen pública de Sandro Rosell.
Tanto a Joan Laporta como a Jaume Roures ya les va bien la actual alcaldesa Ada Colau. En especial, a Jaume Roures, que saca cada año una millonada de las arcas municipales, con todo tipo de contratos y servicios.
