Finalmente, sobre la bocina prácticamente, el FC Barcelona cerró con Sixth Street, un fondo de inversiones, la venta de 10% de los derechos de televisión del club de LaLiga. La novedad inesperada ha sido la aplicación de un extraño concepto contable: la generación de una plusvalía en libros superior a la inversión prevista por esa cesión durante 25 años.
Dicho de otro modo, Joan Laporta podrá asentar un beneficio de 267 millones de la operación, aunque la entrada en la tesorería será de 207,5 millones. Los auditores han aceptado la estimación de que, proyectando el valor de los derechos de televisión en los próximos 25 años, esos activos aumentarían de valor, exactamente 59,5 millones más.
Se trata de otra de esas jugadas contables que con el tiempo acabarán generando una compensación y un ajuste del balance. Esa plusvalía, más que discutible, no deja de ser una especie de anticipo que añadir, tarde o temprano, a la reducción del 10% de los ingresos anuales por los derechos de LaLiga, hoy evaluado en 16’5 millones.
La noticia, como ya se había anunciado, se ha conocido en forma de nota oficial del FC Barcelona sin que ni Laporta ni nadie de su equipo económico haya ofrecido detalles ni más explicaciones.
La consecuencia del acuerdo será, de forma inmediata, la reestructuración de las pérdidas previstas para este ejercicio, de 150 millones, el grave desequilibrio presupuestario que ha provocado la urgencia y las prisas, de forma que el ejercicio podrá arrojar esta temporada un beneficio superior a los 100 millones. Si hay ganancias, lógicamente el auditor deberá aplicar el impuesto de sociedades que puede suponer en este caso una reducción significativa de los beneficios. Es lo que pasa cuando no existe un guion ajustado, que el Barça se había quedado muy corto antes de vender los derechos de TV y ahora se pasará por el otro extremo con un mordisco adicional por culpa de un aumento considerable del impuesto de sociedades.
En cualquier caso, el Barça debe aprender la lección, pues esta venta a la carrera no soluciona, al contrario, cubrir el presupuesto del ejercicio que empieza mañana con 16,5 millones menos de ingresos asegurados.
