El tanatorio que la funeraria San Ricardo SL, con la aprobación del Ayuntamiento de Barcelona, está construyendo en el barrio de Sants, en la antigua fábrica de los hermanos Climent, ha recibido el visto bueno de la concejalía de Urbanismo, encabezada por Janet Sanz, para apropiarse de parte de la zona verde que hay en las inmediaciones del edificio, llamada Can Climent.
Según los planos del proyecto, a los que ha accedido EL TRIANGLE, la funeraria ha acordado con el consistorio abrir nuevas entradas y salidas secundarias que conectarán con la zona verde, lo que incumple la normativa municipal de Servicios Funerarios. Concretamente, se abrirán cuatro accesos que darán a la zona verde: tres desde el pasillo donde se encuentran las salas de velatorio y un cuarto que funcionará como salida del oratorio.
La plataforma Stop Tanatori asegura que el consistorio siempre ha dicho que serían salidas de emergencia, y que se sorprendieron al conocer que el Ayuntamiento había dado el visto bueno para que sean «accesos secundarios desde la posible nueva plaza», tal y como establece el documento aprobado del proyecto. Las puertas, pues, estarán siempre abiertas, de modo que los usuarios del tanatorio podrán entrar y salir y ocupar el espacio de la zona verde de forma poco apropiada.
Incumplimiento legal
El artículo 20 de la ordenanza de Servicios Funerarios de Barcelona dice que los tanatorios deben contar con el espacio adecuado «para evitar que la familia, las visitas y el público en general deban permanecer ocupando el espacio público durante la duración de la visita». Sin embargo, los nuevos accesos causarán que muchos de los usuarios del tanatorio se queden en la zona verde mientras dura su visita.
Como ya explicó EL TRIANGLE, el entorno del tanatorio, donde habitualmente se celebran eventos sociales, se convertirá en un nuevo espacio lúdico que contará con una pista de baloncesto y una de fútbol, juegos infantiles, mesas de ping-pong y una zona de descanso. Además, se pondrán jardineras con varias plantas y se reservará un espacio para el escenario que los Castellers de Sants montan durante las fiestas. Actividades que son incompatibles con el duelo y la intimidad que requiere un tanatorio, tal y como afirman los vecinos.
Debido a las limitaciones de espacio, los usuarios harán vida en el exterior del tanatorio, ya que, a diferencia del resto, este no dispone de todos los servicios que otros equipamientos similares ofrecen. No tendrá aparcamiento propio para vehículos privados, no dispondrá de zonas para fumadores o exteriores privados y tampoco contará con cafetería alguna. «Esta no es la ubicación adecuada«, afirma Stop Tanatori, que teme que los usuarios acaben apropiándose de la zona verde en detrimento de los vecinos. «No vamos a renunciar al espacio de ocio», advierten.
15 metros de espacio público para la comitiva fúnebre
Las limitaciones de la zona donde se ubicará el nuevo tanatorio de Sants son también un problema para el espacio que necesitan la comitiva y el coche fúnebre y, como el resto de inconvenientes, afectará fundamentalmente a los vecinos. Además de no disponer de aparcamiento propio, la entrada y salida del vehículo que transporta a los difuntos se hará por Puiggarí, una calle estrecha de menos de 8 metros de ancho, lo que le obligará a hacer un uso abusivo de los vados y de las plazas de aparcamiento.
No sólo se ocuparán las entradas a parkings particulares a la hora de realizar las maniobras necesarias para entrar y salir, también se suprimirán algunas plazas de aparcamiento de Puiggarí para dar espacio a la comitiva y para que el coche fúnebre pueda maniobrar. En total, según los cálculos de Stop Tanatori, la funeraria dispondrá de unos 15 metros de calle para ella.
El Ayuntamiento también ha aceptado que la funeraria llegue a acuerdos con particulares para garantizar las plazas de parking que dicta la normativa municipal, y así maquillar el inconveniente de no poder disponer de aparcamiento propio.
