Un mono con dos pistolas

Para indicar que alguien resulta imprevisible, irracional, incontrolado… suele decirse que “es más peligroso que un mono con dos pistolas”, o con una metralleta o una escopeta, la cuestión es que el simio vaya bien armado. El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, lo ha vuelto a hacer. En el papel de mono, ha desenfundado velozmente las pistolas y ha vaciado sendos cargadores. Lo ha hecho en una conexión directa para TV3. Concretamente, ha tildado de «tarado» al expresidente Carles Puigdemont por proclamar la independencia, y cuando le han invitado a rectificar, ha hecho que no, con la sonrisa pícara de los monos. En su día, el mono mejor armado de ERC comparó a Puigdemont con Judas por el contrario, por la traición de no proclamar la independencia. Escribió en Twitter: “155 monedas de plata” -en referencia a las 30 monedas de plata por las que Judas vendió a Jesús de Nazaret-. ¿En qué quedamos? «Tarado» o Judas? Lo cierto es que Rufián tiene una fijación con Puigdemont desde hace tiempo. Sin ir más lejos, hace pocos días le recomendaba al presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens: “Deja de ir tanto a Waterloo, anda”, en alusión a la residencia de Puigdemont en Bélgica.

Armado con los revólveres de Twitter -que les carga el diablo- y una lengua afilada, Rufián hace tiempo que se esfuerza por hacerse escuchar, para alcanzar su ansiado minuto de gloria. Hace tiempo, descubrió que, para salir en los periódicos, radios y/o telas, nada mejor que un exabrupto -los periodistas también deberíamos hacérnoslo mirar…-. Además, siempre hay alguien dispuesto a reír los estufidos; generalmente es del grupo contrario al aludido, y esto al republicano parece reconfortarle.

Sea como sea, dudo que Rufián vaya por libre. No da el perfil de verso suelto, que todos los partidos suelen tener. El rol del republicano se asemeja más al del poli malo de las películas americanas. Mientras el presidente Pere Aragonès hace bueno, Rufián explora los rincones más oscuros de la política y así, de paso, los republicanos marcan perfil propio y distancia con los socios de Junts. Si después de tensar demasiado la cuerda, ésta se rompe, siempre podrán decir que esto son cosas del Rufián, que a veces se le va la bola. No pasa nada, si hace falta se le riñe y después hace un emérito, pide disculpas, y no volverá a ocurrir. Cosas de la política…

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