Mientras Joan Laporta anunciaba hace apenas dos semanas el inicio de las obras del Espai Barça, promesa que además realizó desde el mismísimo Ajuntament de Barcelona, el propio club desveló este jueves que la financiación vía Goldman Sachs no está ni mucho menos atada ni avanzada. Más bien al revés.
Pareció que estuvo encauzada en un momento determinado que puede situarse en el tiempo, aproximadamente, entre enero y febrero de este año, coincidiendo con el último acto de servicio del ex-CEO Ferran Reveter cuando se reunió en Miami con un grupo de inversores aparente o inicialmente interesados en apostar por una operación compleja y de grandes dimensiones.
Una operación que se ha ida complicando desde que Josep Maria Bartomeu la dejó atada por 800 millones, Palau Blaugrana incluido. Ya es sabido que Joan Laporta estimó tras su llegada a la presidencia que, cuando menos, había que pedir prestado 1.500 millones para sus inventos y extravagancias, como no arreglar la Primera Graderia, demoler la Tercera Graderia y ampliar a dos los anillos de Palcos VIP sobre la Segunda Graderia. En ningún caso Laporta ha afirmado que costaría menos de esos 1.500 millones y sí ha dejado entender que podría acabar siendo más caro.
Ha trascendido, por ahora, que Goldman Sachs no contempla prestar los más de 400 millones para el nuevo Palau Blaugrana y ha sido la propia Barça TV la que ha informado de una serie de reuniones en el estadio con representantes de esas firmas inversoras presuntamente interesadas en avanzar ese dineral. Son más o menos los mismos que ya se reunieron con Ferran Reverter meses atrás, inicialmente escépticos y más tarde aturdidos, pasmados y sobresaltados por una llamada posterior del ex-CEO azulgrana advirtiéndoles que no se fiaran de Joan Laporta ni de su junta a la hora de negociar y de alcanzar un acuerdo. Reverter los puso en alerta sobre la frivolidad y mediocridad del equipo directivo azulgrana, ahora metido en labores ejecutivas.
Goldman Sachs, en cualquier caso, ya ha comprometido buena parte de su prestigio en esta aventura de la mano del Barça y 180 millones que han servido para las obras de reurbanización del entorno del estadio y de preparación de la gran reforma interna. Por tanto, el banco norteamericano sigue buscando inversores y soluciones como esta reunión en la que se les ha ofrecido detalles y generalidades del nuevo proyecto.
Las imágenes de Barça TV son elocuentes de la frialdad y escepticismo de los participantes y de las sillas vacías reservadas al presidente y al vicepresidente Rafael Yuste que llegaron tarde porque tenían seguramente algunas cosas más importantes que hacer en este día y en este momento. No es de extrañar, pues, que pasen los meses y la financiación siga en el aire. De hecho, si existe un nuevo proyecto para el Camp Nou aún no ha sido presentado ante el Ajuntament.
