El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha vuelto a insistir este miércoles, durante la sesión de control en el Parlament, que no bastan los cambios que el Gobierno de Pedro Sánchez ha hecho en la dirección del CNI, y ha advertido de que con el cese de Paz Esteban «no se puede dar ninguna crisis por matizada ni por resuelta». En este sentido, Aragonès ha asegurado que «se equivoca quien piense que con el cese de la directora del CNI termina la depuración de responsabilidades», y ha pedido que haya consecuencias políticas.
Como ya manifestó el martes la portavoz del Ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, el gobierno de Aragonès no da por cerrado el tema, sino que exige más explicaciones y la desclasificación de las autorizaciones judiciales que permitieron las escuchas a 65 figuras del independentismo. El presidente de la Generalitat ha lamentado que el Ejecutivo central no haya respondido a las preguntas sobre quién ordenó el espionaje y quién estaba al caso, y ha vuelto a pedir «toda la información» sobre el conocido como Catalangate.
Aragonès también ha exigido garantías de que las escuchas no volverán a repetirse, y ha subrayado la necesidad de que el Gobierno central «sea transparente». A diferencia de la semana pasada, el jefe del Ejecutivo catalán no ha pedido la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, como sí hizo la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en la comparecencia de este lunes en el Parlament.
