Sospechoso cambio de actitud de Laporta ante la Liga

Eufórico, hoy afirma, a 12 puntos del Madrid, que el Barça ganará el título. Hace un año, con Koeman, y a un partido de ser líder a falta de cinco jornadas, era pesimista y desconfiado.

Ronald Koeman

Sin duda, el presidente Joan Laporta está en su pleno derecho, casi en la obligación de ser optimista y de ir pregonando por todas las esquinas que el Barça de Xavi ganará la Liga. Lo repite por lo menos veinte o treinta veces al día, también ante la prensa, convencido de que su entusiasmo retroalimenta al equipo y a la afición.

Le interesa generar esa esperanza que tiene un pie sobre la necesidad de ilusionar al barcelonismo y otro sobre la mejora de un equipo que ha entrado en racha, no exactamente desde la misma llegada de Xavi sino a partir, sobre todo, de la reentrada de Pedri, la estabilidad de Dembélé, al que todos querían echar -directiva, dirección técnica, entrenador y grada- y el acoplamiento de los fichajes de invierno, una inyección de 100 millones.

El Barça, además, llega a esta fase decisiva de la temporada, el momento de la verdad, sin la presión de estar compitiendo por la Champions League y eliminado del resto de las competiciones. Todo punto o victoria, sin embargo, se jalea y celebra apuntando a ese sueño de la Liga, al que dio alas el triunfo inapelable del equipo azulgrana en el Bernabéu (0-4), ese clavo ardiendo al que Laporta se ha agarrado para proyectar y contagiar su deseo más confesado en este caso.

Tiene sus argumentos y una necesidad mediática de contagiarlo, pues incluso si al final no se produce el milagro esa larga persecución y la posibilidad de ir recortando distancias, emocionante, quedaría como un gran éxito. El Barça habrá recobrado su espíritu y nivel competitivo. Habrá vuelto, como le gusta repetir al presidente, certificando ese retorno en forma de un triunfal segundo puesto como mal menor. No hace falta decir que, con motivo, ganarle esta Liga al Real Madrid se celebraría con una rúa histórica.

Hasta aquí, todo parece comprensible y justificado. Lo que rechina, sin embargo, no es el presente sino el pasado. Existe, como así lo ha querido el propio presidente, una diferencia abismal y galáctica, de millones de años luz, entre su actitud y su ánimo de una temporada a otra.

Por resumirlo, la misma frase que Laporta repite ahora una y otra vez -“Estoy convencido de que vamos a ganar la Liga”-, estando 12 puntos por detrás del Real Madrid, no fue pronunciada jamás hace un año en circunstancias mucho más ventajosas.

El Barça, entrenado entonces por Ronald Koeman, que había comenzado una temporada bajo el impacto del burofax de Messi, el adiós de Suárez y el voto de censura que echó a Bartomeu, no sólo consiguió ganar un título como la Copa del Rey, sino que en la jornada 33ª pudo ponerse líder si hubiera ganado al Granada en el Camp Nou, aquel funesto partido que acabó perdiendo por 1-2 tan inopinadamente.

Ni la semana anterior ni cuando se había consumado una remontada también histórica, pues el Barça estuvo a 11 puntos del At. Madrid, en ningún momento de aquellas semanas el presidente Joan Laporta expresó la menor muestra de confianza pública y sincera en el equipo, ni de puertas a dentro ni de cara a la galería.

Al contrario, la frialdad, la distancia y el comedimiento, como se puede comprobar en las declaraciones de aquella etapa, transmitieron a la afición y al propio equipo los auténticos sentimientos de un presidente recién elegido y visiblemente incómodo habiendo de ponerle buena cara al entrenador de Josep Maria Bartomeu.

Laporta no disimuló entonces, como resulta evidente por cómo esta viviendo los felices días del Barça de Xavi, un estado de ánimo forzado por unas circunstancias en las que debía apoyar a Koeman casi por la fuerza.

Esa menor dosis de entusiasmo del presidente que hoy se aprecia, por contraste, de una forma tan descarada, la secundó internamente todo su staff, su ‘camarote’, los Masip y compañía, el resto del entorno incluida la afición, a la que se transmitió esa misma sensación de tensión, desapego y de recelo hacia la figura de un entrenador al que nunca se le dio la suficiente confianza.

Koeman, pese a estar a una victoria de alcanzar el liderato, a sólo cinco jornadas para el final, seguía sometido a examen, seguía siendo discutido por todas y cada una de las decisiones, ni se celebraban demasiado los goles, tampoco las victorias y se diría que hasta se esperaba que, finalmente, la decepción marcara el desenlace de la temporada.

Laporta se equivocó una y otra vez, primero no apoyando incondicionalmente a un entrenador que tenía la Liga a tiro. Más bien le inquietaba terminar la temporada con un doblete, Liga y Copa, que no cuadraba con el guión de su victoria electoral, basada en que la herencia, sobre todo el primer equipo, era un desastre sin precedentes.

Sin duda, las dudas del propio Laporta, abiertamente expresadas por Koeman cuando ha podido hablar, una vez digerido su complicado paso por el banquillo, contaminaron en aquel momento al vestuario. La verdad es que tampoco los capitanes transmitieron al resto de jugadores ni a la afición ninguna ambición, se agarrotaron hasta el punto de percibirse una extraña actitud en los partidos siguientes, en los que se acabó escapando la Liga.

Fue entonces cuando de nuevo Laporta erró el tiro. Aunque llamó a Koeman para despedirlo, no había entrenadores alemanes a tiro, como él quería, ni tampoco se atrevió a llamar a Xavi, la apuesta de Víctor Font. Dudó y tomó la peor de las decisiones, mantener al entrenador por quien no sentía la menor simpatía ni confianza, pero que como hombre de club estaba dispuesto a no montar una escena ni lamentarse por la decisión del presidente de echar a Messi y Griezmann habiendo de encarar la temporada con las bajas de muy larga duración de Pedri, Dembélé y Ansu Fati y los fichajes de Memphis y Èric Garcia, a los que se acabó sumando Luuk de Jong.

¿Qué hizo Laporta después de todo? En buena parte arruinar una temporada. A ver en ésta si se salva algo.

(Visited 94 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

NOTÍCIES RELACIONADES

avui destaquem

Deja un comentario