La aventura cinematográfica de Joel Joan, que ha convertido en película su obra de teatro Escape Room, ha costado cerca de 600.000 euros a las arcas de la Generalitat. El Instituto Catalán de las Empresas Culturales (ICEC) ha subvencionado este proyecto con 432.545,94 euros y la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), con 150.000. En total, la película Escape Room ha obtenido 582.545,94 euros de los fondos públicos de la Generalitat.
Las subvenciones del ICEC en Escape Room se hicieron públicas el 9 de diciembre del pasado año, en el paquete de ayudas aprobadas para largometrajes cinematográficos de ficción. El presupuesto de la película es, según el edicto de concesión de subvenciones, de 890.092 euros. Los 432.545,94 euros concedidos por el ICEC, que representan la mitad de ese presupuesto, se los reparten Arriska, la productora de Joel Joan, y Nakatomi Films, productora de Héctor Claramunt, director de la película. A Arriska le corresponden 341.711,29 euros, a pagar en cuatro partidas: 136.684,51 (2021), 119.598,95 (2022), 51.256,69 (2023) y 34.171,14 (2024). Nakatomi recibirá 90.834,65 euros a lo largo de estos cuatro años: 36.333,86 (201), 31.792,13 (2022), 13.625,20 (2023) y 9.083,46 (2024).
Los 150.000 euros que la CCMA ha dado para la realización de Escape Room aparecen en la web de Transparencia de esta corporación como contraprestación por los derechos de antena para emitirla por TV3. Estos derechos tienen una duración de 13 años y medio y el beneficiario es Arriska. El contrato se firmó el pasado 22 de diciembre.
En una entrevista concedida al diario ARA el 11 de marzo, el día que se estrenó la película en los cines, Joel Joan afirmó que “el cine vale mucho dinero. Escape Room hemos podido hacerla porque Héctor (Claramunt) Focus y yo habíamos ahorrado un dinero, pero pasa poco a menudo tener estos ahorros”. Focus es una productora de espectáculos que figura en el cartel promocional de la película junto al ICEC, TV3, Arriska, Nakatomi y Filmax, la empresa que la ha distribuido.
En la misma entrevista, Joan asegura que “no se hacen comedias en catalán y catalanocéntricas, que hablen de tu mundo y en tu lengua y que puedas sentirte reflejado en los personajes. Las comedias no reciben ayudas institucionales. Es mucho más fácil si haces un drama y no digamos ya si haces un drama rural”. En cuanto a qué hace falta para que el público vaya a ver películas en catalán, responde: “Hacerlo muy bien, trabajando mucho el guión y arriesgando la propia pasta. Cuando arriesgas tu dinero, trabajas diferente, aunque sea para no tener pérdidas. El cine europeo por lo general tiene la mala suerte de confiar demasiado en las instituciones, que cubren toda la inversión de la película. Y esto nos hace daño a la hora de hacer cosas buenas y nos hace ser poco competitivos, porque si va bien de público, genial, pero si no, también porque total, ya tenemos la película pagada. Y ése es el drama”.
“Yo sería muy radical: si quieres elegir la lengua italiana, ve a buscar subvenciones italianas, y si quieres elegir la española, busca subvenciones españolas. Actualmente, en Cataluña se subvenciona con el doble de dinero el cine realizado en español que el cine en catalán. Y, para mí, los cuatro duros que tenemos deberían ser para el cine realizado en catalán”, sentencia. Escape Room ha obtenido los 432.545,94 euros del ICEC en la convocatoria de subvenciones para largometrajes cinematográficos en cualquier idioma. En la convocatoria de subvenciones para largometrajes en versión original catalana u occitana, no aparece entre los siete proyectos que han obtenido ayudas. Alcarràs, de Carla Simón, que acaba de obtener el Oso de Berlín, recibió 144.047 euros en esta convocatoria.
