El consejero catalán de Educación, Josep González-Cambray, vuelve a estar en la cuerda floja. La gestión que hace de los conflictos y los problemas que van surgiendo bajo sus competencias preocupa, y mucho, la cúpula del Govern de Pere Aragonès. De hecho, su nombre ha sido objeto de crítica y de petición de explicaciones por parte del vicepresidente, Jordi Puigneró, y el sector de JxCat del ejecutivo en más de una ocasión. La polémica con los profesionales de la enseñanza por el currículum escolar, la aplicación de la sentencia del 25% de castellano y la gestión que hizo de toda la polémica, y ahora el cambio del calendario escolar que ha provocado una huelga de cinco días.
La controversia sobre su competencia por liderar el departamento persigue a Cambray desde hace meses. Y después de la llamada de alerta de los sindicatos y la comunidad educativa, la convocatoria de las paros y los días sin clase le han vuelto a poner en el centro de la polémica. “Algo se tendrá que hacer con él”, dice uno de los consejeros de JxCat con más peso en el Govern. En este sentido, incluso algunas voces dentro de ERC lo han cuestionado. Pero tanto JxCat como los críticos de ERC saben que hacer algo pasa solo por el presidente, que no parece dispuesto a relevarlo.
