Comisiones Obreras (CCOO) ha analizado qué tendría que cobrar de más una mujer para llegar al sueldo actual de los hombres, y la cifra resultante es un 26% más en Cataluña y un 24,22% en España. El dato es “estremecedor”, según Mentxu Gutiérrez, responsable de Mujeres y Políticas LGTBI del sindicato. La conclusión forma parte de un estudio sobre la brecha salarial de género elaborado por CCOO de Cataluña, a partir del análisis combinado de los datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial (EAES 2019) y del último módulo salarial de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT, 2020). Los motivos de esta diferencia salarial entre hombres y mujeres son diversos, y algunos están muy arraigados a nuestra sociedad. En declaraciones a EL TRIANGLE, Mentxu Gutiérrez expone que las primeras diferencias ya se generan en el ámbito educativo, cuando la escuela promueve estereotipos de género, que condicionan el rol de hombres y mujeres en el mercado de trabajo.
Según la responsable de CCOO, “la escuela catalana es sexista y no está libre de estereotipos”. Todavía tiene pendiente dar cumplimiento a la Ley de igualdad catalana, que se aprobó en 2015, y que obliga a las escuelas a ser espacios libres de estereotipos y a incorporar la coeducación. Según la responsable sindical, “la falta de coeducación en las aulas genera segregación del mercado de trabajo. Los hombres y las mujeres están educados con múltiples estereotipos desde la escuela, y esto influye en el mercado de trabajo en profesiones masculinizadas y otras de feminizadas. Y generalmente, las más feminizadas tienen que ver con los cuidados y con el trabajo doméstico, mientras que las masculinizadas corresponden a trabajos más cualificados, más industriales con una tasación económica superior a la de las mujeres”.
En este sentido, una de las apuestas del sindicato para hacer frente a la brecha salarial es hacer políticas activas para la orientación profesional para que las mujeres accedan y apuesten por sectores laborales hasta ahora poco feminizados, y a la vez mejorar los convenios colectivos de las profesiones más feminizadas y que tienen los sueldos más precarios. Para Mentxu Gutierrez, “no puede ser que los trabajos más valorados en la sociedad sean los menos retribuidos, y esto se ha visto con la pandemia con las limpiadoras o las cuidadoras. Hay falta de corresponsabilidad entre el valor social y el valor retributivo, y esto es una constante que sacamos en los espacios de diálogo social con la patronal”. Es urgente conseguir una solución “palpable” en los convenios colectivos de las profesiones más feminizadas, que precisamente son las que están por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI).
A pesar del rechazo de las organizaciones empresariales, la reducción de la brecha salarial de género se ha visto favorecida por el acuerdo entre el Gobierno español y los sindicatos UGT y CCOO para subir el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros brutos en 14 pagas. Desde CCOO, se indica que “las subidas del SMI han hecho que se reduzca la brecha en colectivos determinados, puesto que había mujeres del ámbito de la limpieza que estaban por debajo de los 14.000 euros en el año”. La lucha contra la brecha salarial entre hombres y mujeres tiene otro frente abierto que cuesta erradicar: el reparto y el equilibrio de las tareas de los cuidados familiares y domésticas. Todavía hoy en día la maternidad y el cuidado de la infancia recae en las mujeres, hecho que provoca que sean ellas las que más jornadas parciales hacen, con la consiguiente reducción del sueldo, y las que pierden oportunidades de promoción laboral.
Según el estudio, “los salarios de las mujeres empiezan a retardar su crecimiento en la franja de edad de 36 a 45 años, hecho que contrasta con el crecimiento al alza de los sueldos de los hombres en estas edades. “Ellos aprovechan para progresar, mientras que ellas adoptan un rol de cuidados”, según concreta la representante de CCOO. El estudio también recoge los sectores económicos con una brecha salarial más grande: son los sectores del comercio, las reparaciones y el transporte donde hay más desigualdad, un 28,39%. Por el contrario, el sector agrícola tiene una brecha muy pequeña, inferior al 3%. Por tipo de ocupación, las categorías más bajas o “ocupaciones elementales” son las más agraviadas por la brecha. De hecho, hay hasta 15 puntos de diferencia entre una mujer que esté en la categoría alta (dirección, gerencia) y una mujer en una ocupación elemental.
Con el informe, CCOO también quiere evidenciar que la disminución de la brecha salarial en los últimos años se ve acompañada por un empeoramiento objetivo de las condiciones laborales de las trabajadoras más vulnerables, que se esconde detrás de las mejoras de las trabajadoras con sueldos más altos. Así, se detectan desigualdades salariales entre mujeres trabajadoras que hasta ahora no eran tan visibles.
Planes de igualdad en 5.500 empresas catalanas
A partir del 7 de marzo, un día antes del Día Internacional de las Mujeres, todas las empresas con más de 50 trabajadores o trabajadoras tendrá que tener un plan de igualdad. El objetivo de estos planes es conseguir la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres y eliminar la discriminación por razón de sexo. No disponer de este documento implica una infracción grave que puede comportar una sanción de hasta 6.250 euros. Otras sanciones son la pérdida automática de las ayudas, bonificaciones y, en general, de los beneficios derivados de la aplicación de los programas de ocupación, o bien la prohibición de contratar con la administración pública. Sindicatos como CCOO velarán para que las 5.500 que hay en Cataluña dispongan de planes de igualdad, puesto que “las empresas tienen mucha responsabilidad social para corregir la brecha salarial”.
