El no de ERC a la reforma laboral

Vergüenza da decirlo, pero sectores no marginales de la izquierda española no quieren entenderlo: si el nombre refiriera realmente a la cosa, ERC no podría llamarse así: ni es una formación de izquierdas (lleva décadas gobernando con las derechas corruptas en .Cat) ni es una organización propiamente republicana (estar por una República identitaria y excluyente nada tiene que ver con la tradición republicano-democrática).

Quien quiera no cegarse por siglas y supuestas tradiciones históricas, lo ha podido comprobar con su NO (que colgaba de su SI conjeturado) a la reforma laboral del gobierno de coalición. Lo mismo que hicieron PP, UPN, PNV, Junts y VOX, y cogidos de la mano de Bildu, BNG y CUP.

Por supuesto que se puede pensar críticamente que pilares básicos de las reformas antiobreras de Zapatero y Rajoy siguen en pie: despido barato; ausencia de pago de los salarios de tramitación en  casos de despido improcedente; flexibilización de las condiciones de trabajo y movilidad del trabajador en manos del empresario; trabajadores/as vinculados a un convenio que dependerá de su contrato (las kellys cobrarán según el convenio de limpieza, no según el convenio de hostelería); la negociación ha estado controlada y limitada por la UE, etc. etc.

Pero ninguna de estas consideraciones tiene que ver con la posición de fondo de ERC. Ninguna. Es incluso muy probable que los aspectos de la reforma contrarios a la precariedad no sean recibidos con buenos ojos por colectivos de la pequeña burguesía industrial y agraria .Cat fieles votantes de la organización nacionalista. Da más derechos y encarece la fuerza de trabajo que contratan y explotan sin muchos miramientos.

Pueden intervenir también otros cálculos: dar un buen toque al gobierno de coalición, combatir el protagonismo de Yolanda Díaz que (conjeturan) puede robarles votos en elecciones, etc. Pero lo más esencial es esto: qué hay de lo mío, qué más puedo obtener para mis chiringuitos y para colectivos próximos muy holgados económicamente de .Cat. Su permanente línea de actuación, al estilo del PNV. Vaciar el Estado en Cataluña, de eso se trata.

Lo que no cabe en ningún caso es leer el NO de ERC como un voto desde la izquierda. La situación de los trabajadores españoles no está en el eje de atención de una organización (disculpas por la insistencia) básica y centralmente nacionalista, a pesar de las enormes simpatías que Pablo Iglesias muestra con la formación, noche tras noche, en sus intervenciones en AGORA (lunes 22 horas, cadena SER).

No es que ERC, como se ha dicho, haya actuado irresponsablemente. En absoluto. Esa es su forma de entender la “responsabilidad política”. Por su praxis y acciones les conocemos, no por su falso y estudiado decir.

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