Los grupos independentistas pactan un dictamen en el que consideran que el diputado inhabilitado de la CUP, Pau Juvillà, mantiene su escaño, sin embargo no se opondrán a que los funcionarios del Parlament ejecuten su retirada. Dicho de otro modo, el escaño de Juvillà se defenderá siempre que no se ponga en riesgo ningún funcionario. Ésta es la principal conclusión del dictamen acordado por los grupos independentistas en el caso del diputado de la CUP.
«Las fuerzas políticas del Parlament consideran que el límite a la desobediencia política a la represión del Estado pasa por preservar a los funcionarios de cualquier tipo de responsabilidad penal y contable por la que puedan ser perseguidos», recoge el dictamen.
La Junta Electoral Central había dado a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, hasta este viernes para ejecutar la reiterada del escaño al considerar que Juvillà lo ha perdido con la sentencia de inhabilitación. Así, la JEC ordena a Borràs que ya sustituya al parlamentario condenado a seis meses de inhabilitación para cargo público por un delito de desobediencia por no sacar cuatro lazos amarillos, y que lo haga sin esperar al dictamen del Supremo.
Finalmente, el caso se asemeja mucho al del expresidente Quim Torra, cuando en enero de 2020 la Junta Electoral exigió la reiterada de su escaño, también condenado en primera instancia por desobediencia. En aquella ocasión el Parlament también declaró que Torra mantenía el cargo como diputado, pero finalmente el entonces presidente del Parlament, Roger Torrent, dejó en manos de los funcionarios la ejecución.
