El protocolo covid de los escolares que el Departament de Salud estableció después de las vacaciones de Navidad, según el cual los alumnos de primaria y secundaria pueden dirigirse a las farmacias para hacerse un test de antígenos gratuito cuando haya un positivo en el aula, ha desbordado estos establecimientos. La elevada cifra de contagios ha causado un alud de solicitudes de pruebas, hasta el punto de que en algunas farmacias se han agotado los tests suministrados directamente por Salud, y para hacer frente a la situación la consejería ha decidido rectificar el protocolo y modificar algunos aspectos.
Hasta ahora, los alumnos con positivos en el aula tenían cuatro días para realizarse un test de antígenos rápido (TAR) en las farmacias, un plazo que Salud ha ampliado a siete días para descargar tensión en estos establecimientos y las familias, a las que a menudo les cuesta encontrar un sitio donde poder hacer la prueba a sus hijos. Además, los alumnos sólo se podrán realizar un test de antígenos a la semana, una vez hayan pasado siete días desde el último, de forma que no se puedan programar pruebas consecutivamente a medida que vayan saliendo positivos en clase, después del primer contagio.
Pese al colapso que ha causado este protocolo en las farmacias, el consejero de Salud, Josep Maria Argimon, ha defendido la eficacia de estos cribados debido al importante número de casos asintomáticos que se han detectado. Según los datos del departamento, desde el inicio de las clases en enero hasta este martes se han realizado 160.522 tests de antígenos a escolares en las farmacias, de los que 11.721 han sido asintomáticos.
