El gobierno de la Generalitat aprueba este martes el relevo de Víctor Guardiola como consejero delegado del Institut Català de Finances (ICF). Según ha avanzado el diario Ara, será sustituido por Jordi Òliva, que dejará la dirección de negocio de instituciones de CaixaBank para incorporarse a la entidad financiera pública.
La misma información indica que Guardiola deja el cargo alegando motivos personales, después de que la institución que ha encabezado hasta ahora fuera el epicentro de la tensión institucional generada por la habilitación, por parte del gobierno catalán, de un fondo a cargo de el ICF para ayudar a 34 ex altos cargos catalanes a afrontar la reclamación de 5,4 millones de euros por parte del Tribunal de Cuentas, por el papel que les atribuye en la acción exterior vinculada con el procés.
Guardiola, que ha estado nueve meses en el cargo, es el último de los miembros que quedaba en la cúpula de este organismo público que no votó a favor de la concesión de los avales a los ex altos cargos. A diferencia de los tres vocales independientes que votaron en contra de la concesión, y que ya fueron relevados, Guardiola se abstuvo en la votación que dio luz verde a las ayudas.
En cuanto a la llegada al sector público de Jordi Òliva, se trata de un salto similar al que emprendió el actual consejero de Economía, Jaume Giró, que fue director ejecutivo de CaixaBank y director general de la Fundación de La Caixa. Pero diferencia de Giró, Òliva había sido director general de Política Financiera de la Generalitat entre los años 2011 y 2015, cuando el conseller de Economía era Andreu Mas-Colell y el presidente, Artur Mas.
