La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, parece que ha perdido popularidad y peso político en su ciudad y en Cataluña. Pero a nivel estatal, su figura continúa siendo un símbolo y un referente para todo un espacio político que abraza desde Podemos o los equivalentes a los comunes en otras zonas de España, hasta Compromís, en la Comunidad Valenciana, o la izquierda basquista y galleguista.
Una prueba de esto es que, en la transición interna que está haciendo Podemos desde que Pablo Iglesias abandonó el barco, Ada Colau se ha convertido en la aliada clave del nuevo referente del espacio morado al Gobierno español, la vicepresidenta Yolanda Díaz. Encuentros, reuniones y apariciones constantes de las dos sirven a Yolanda Díaz para dar el mensaje que ella y su partido quieren ser como Ada Colau de sus inicios en la política, cuando triunfó contra pronóstico en Barcelona.
Las declaraciones de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, asegurando que “Cataluña no está por tonterías” cuando hablaba de la petición del gobierno catalán de hacer un referéndum de independencia, les ha costado a los comunes un nuevo disgusto. Colau matizó después y los comunes atribuyeron el ajetreo a una mala interpretación, pero la sensación que dio era que el espacio político de Colau abandonaba el referéndum que siempre ha reclamado y abanderado.
