Félix Bolaños, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, ha señalado que «el proceso soberanista está acabando» y que ahora los gobiernos de España y de la Generalitat de Cataluña han iniciado una nueva etapa caracterizada por el diálogo.
Bolaños, en declaraciones a la Cadena SER este jueves, ha evitado criticar que, antes de la comparecencia del presidente catalán Pere Aragonès, un trabajador de la Generalitat retirara la bandera española.
El ministro ha respondido que «me quedo con lo positivo», y ha destacado, en ese sentido, el tono del encuentro y que «la delegación española tuvo un amplísimo despliegue» este miércoles en Barcelona. Además, ha recordado que «la Generalitat es Estado».
Bolaños ha apostado por tender la mano para que «todo el mundo comprenda que no podemos vivir de espaldas, que no podemos no escucharnos». También ha evitado levantar expectativas sobre cuándo se obtendrán avances o si han establecido un calendario, pero ha considerado que «tenemos un contexto en el que podemos trabajar con tranquilidad», y ha asegurado que «todos los acuerdos que alcanzamos en la mesa serán públicos«.
El titular de la Presidencia sólo se ha referido, en cuanto a contenidos de la reunión, a la presentación de las delegaciones y la exposición de las respectivas posiciones de partida.
Bolaños ha asegurado que «nosotros tenemos claro que esta mesa tiene que solucionar problemas diarios y cotidianos de los catalanes», y para que «normalicemos la situación en Cataluña». En este sentido, ha explicado que han entregado al gobierno catalán la llamada «agenda para el reencuentro», un documento en el que gobierno español aborda las reclamaciones planteadas por los tres presidentes catalanes anteriores.
Por su parte, la consejera de la Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, ha manifestado que «no se acabará el procés para que haya 44 acuerdos en infraestructuras», una cuestión que indicó que se dirimirá en «las reuniones bilaterales», y que «esto no es el conflicto político».
