La Generalitat favorece a Mediapro para que haga un “hub” audiovisual en la zona de las Tres Chimeneas

En cambio, los ayuntamientos del Barcelonès Norte apoyan el Hub Internacional para el Desarrollo Sostenible y la Paz, que promueve el catedrático Màrius Rubiralta

Las Tres Chimeneas, la aparatosa central térmica de Sant Adrià de Besòs –que dejó de funcionar en 2011– levantan pasiones. En este lugar, un Grupo Internacional de Expertos (GIE), que encabeza el catedrático Màrius Rubiralta, ex-rector de la Universitat de Barcelona, promueve la ubicación del Hub Internacional para el Desarrollo Sostenible y la Paz.

Este proyecto, que estaría vinculado al Campus Alimentario Torribera (Santa Coloma de Gramenet), al Campus de Ingeniería y Energía de la UPC (Diagonal-Besòs) y al Campus de Salud y Biomédico de Can Ruti (Badalona), levanta un gran interés en el área del Barcelonès Norte, muy castigada y empobrecida por la crisis. Se crearía así un nuevo Distrito de Innovación e Industria 4.0 que ayudaría a revitalizar esta zona.

Es por eso que los ayuntamientos concernidos –Sant Adrià de Besòs, Santa Coloma de Gramenet y Badalona– dan apoyo entusiasta al Hub Internacional que propugna Màrius Rubiralta. En un principio, la Generalitat también se adhirió a la propuesta, pero sus promotores han detectado, últimamente, cierto enfriamiento por parte de los interlocutores del Gobierno catalán. Del mismo modo, observan con preocupación que el Ayuntamiento de Barcelona, que forma parte del Consorcio del Besòs, tampoco se “moja”, como habría que esperar, a favor de un proyecto de importancia vital para la transformación y modernización del Barcelonès Norte.

El futuro Hub Internacional para el Desarrollo Sostenible y la Paz ocuparía el imponente edificio de las Tres Chimeneas y la aneja sala de turbinas, que son propiedad de Endesa. En estas instalaciones, según el proyecto elaborado por Màrius Rubiralta y su equipo, se ubicarían las dependencias del Instituto para la Transición Energética, del Instituto para el Estudio del Cambio Climático en el Mediterráneo, de la Universidad Internacional de la Paz y de organismos vinculados a las Naciones Unidas, a la Unión por el Mediterráneo y a la Organización Mundial de la Salud.

Pero este ambicioso proyecto –que necesita importantes aportaciones de recursos públicos para poder arrancar– ya se ha encontrado con palos en las ruedas antes de empezar a rodar. En parte, derivados de la parálisis provocada por las largas negociaciones para la formación del nuevo Gobierno de la Generalitat y por el reciente proceso electoral que ha vivido la UPC.

Pero hay otro factor que inquieta a sus promotores: el grupo Mediapro, que dirigen Jaume Roures y Tatxo Benet, también ha mostrado su interés para desarrollar un “hub” audiovisual en las Tres Chimeneas. En este sentido, consta que tres secretarios generales del Gobierno catalán se han movilizado a favor de los intereses de esta empresa, y Jaume Roures ya ha visitado las Tres Chimeneas.

Promoción inmobiliaria en una zona contaminada

La reutilización de la antigua central térmica de las Tres Chimeneas para ubicar un “hub” del conocimiento (o del audiovisual, si prospera la propuesta de Jaume Roures) viene acompañada de una operación inmobiliaria que ocupará los terrenos de los alrededores. El departamento de Territorio y Sostenibilidad, durante el mandato del consejero Damià Calvet, impulsó un Plan Director Urbanístico (PDU) de la zona, aprobado inicialmente, que ocupa 32 hectáreas.

En este espacio se prevé la construcción de 1.844 viviendas, de las cuales el 60% serían de venta directa y el 40% serían de protección pública. Los tres principales propietarios de la zona son Endesa (41,5% de la superficie), el Área Metropolitana de Barcelona (30,3%) y el Banco Santander (23%). Además, el PDU también prevé la reordenación urbanística del anejo polígono industrial Badalona Sur, de 93 hectáreas.

Este proyecto inmobiliario suscita el rechazo de algunas organizaciones vecinales y políticas, que querrían salvaguardar este espacio para hacer una gran zona de ocio. Además, dicen que antes que nada se tiene que proceder a descontaminarlo.

Y es que los 800 metros de playa –y los terrenos adyacentes– que hay entre la desembocadura del río Besòs y el puerto de Badalona son una “bomba de contaminación”, a causa de los vertidos tóxicos incontrolados que se han hecho en las últimas décadas. Un dirigente vecinal de la zona resume la situación gráficamente: “Aquí se puede encontrar toda la tabla periódica de los elementos químicos”. A finales del pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs decidió cerrar la playa del municipio, ante los peligros para la salud de la contaminación detectada.

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