La ola de protestas contra el encarcelamiento del rapero leridano Pablo Hasél no se detiene. Este domingo, en el sexto día de disturbios, los manifestantes han puesto el foco en el barrio de Sants, allí se han concentrado y desde la estación han marchado hacia el centro de Barcelona. También ha habido manifestaciones en Girona y Tortosa.
Unas 300 personas se han concentrado frente a la estación de Sants de Barcelona, completamente blindada por los Mossos. Antes de comenzar la manifestación se ha hecho una pequeña asamblea entre los participantes en que han puesto en común qué les ha llevado a manifestarse. Algunos han dicho que no era sólo la defensa de Pablo Hasél, sino que también quieren protestar por la ley mordaza, por los desahucios, por la precariedad laboral que viven muchos jóvenes y contra la reforma laboral.
La actuación de los Mossos y el modelo de orden público se ha puesto en cuestión, especialmente después de cómo se controló y disolvió la manifestación del sábado en la calle Gran de Gràcia de Barcelona.
Esta mañana, tras el cruce de declaraciones de la pasada semana, el consejero de Interior y la cúpula y los sindicatos de Mossos han rehecho puentes y, en una reunión, han acordado trabajar de forma conjunta para mejorar las actuaciones del cuerpo en un momento que califican de muy complejo.
En las cinco jornadas de protesta previas ha habido 102 detenciones. De este total, 32 son menores de edad. La noche del martes 16 de febrero se hicieron 18 detenciones. Al día siguiente, miércoles 17, la cifra se elevó hasta las 33. La tercera y cuarta noche se hicieron 8 y 4 detenciones, respectivamente. En cuanto a la noche del sábado, en el que hubo protestas en Barcelona, Tarragona, Lleida, Sabadell y Girona, se contabilizaron 39 detenidos. Paralelamente, según fuentes policiales, a raíz de estos episodios 82 agentes resultaron heridos.
