VÍCTOR FONT CAE VÍCTIMA DE SUS PROPIOS ENGAÑOS

A Víctor Font se le acumulan las mentiras y los regates periodísticos cuando se refiere continuamente a Xavi, una farsa sobre la que ya es posible escribir incluso un libro de ensayo. Pero si su relato sobre uno de los más grandes futbolistas de la historia del club ya se ha convertido en objeto de análisis para las facultades de Comunicación, su posicionamiento en torno a Koeman supera y desafía todos los límites.

Sobre el entrenador actual del primer equipo, una leyenda del barcelonismo, autor de gol que dio al Barça su primera Copa de Europa el 20 de mayo de 1992, Font ha viajado desde el rechazo frontal e inequívoco hasta el actual romance y fascinación hacia una figura de la cual llegó a afirmar que “no sería mi entrenador, aunque ganase el Triplete”.

Desde ese punto de partida, rematado por una primera calificación de “parche” que salió de la boca de Víctor Font el primer día que se enfrentó públicamente y en directo a la posibilidad de que el holandés de Wembley 92 acabara siendo el entrenador del FC Barcelona.

Fue una reacción en directo, ante las cámaras de TV3, sin asesores ni estrategia, una compulsión alérgica a cualquier entorno técnico no centrado en a la figura de Xavi Hernández, su pesada e insoportable cantinela desde hace dos años sin que por ahora, más bien al contrario, haya existido por parte de Xavi una ratificación de esa posibilidad de convertirse prontamente en el general manager del Barça. De hecho, existe constancia de su cerrada negativa a aceptar ese cargo porque, ha manifestado en privado, sólo querría un trabajo en el banquillo, aunque desde luego no antes del 2022.

Font no ha variado su guión, incluso lo presentó como general manager hace poco, pero sí que ha cambiado radicalmente de opinión sobre Koeman, al que ha abrazado y confirmado como entrenador si gana las elecciones el día 7 de marzo próximo. Ahora es el mejor, el único entrenador de su confianza y su apuesta de futuro, al menos de inmediato, configurando un panorama aún más ininteligible y confuso. Al complejo organigrama anunciado por Víctor Font, que ya requería estudios superiores para entenderlo, la ratificación de Koeman y de Xavi y de otra media docena de técnicos ha superpoblado ese staff hasta el enredo más absoluto.

En otro tema que fue abordado el fin de semana pasado sobre la decisión del FC Barcelona de Josep Maria Bartomeu de jugar el famoso Barça-Las Palmas del 1 de octubre de 2017, también Font empieza a generar la más absoluta desconfianza. Hace unos meses estuvo de acuerdo en afirmar que esa había sido una medida oportuna, necesaria y acertada. En cambio, el sábado no aguantó la presión delante de las cámaras en un programa en el que compartía pantalla con Joan Laporta y Toni Freixa, donde soltó un rotundo ‘no’ a la misma pregunta que meses antes había respondido con un ‘sí’. 

De nuevo, Font prefirió decir lo contrario de una afirmación suya anterior, desdecirse, quedar otra vez retratado y enfrentarse de nuevo a un ridículo de esos a los que ya debe estar muy acostumbrado. Puesto en la tesitura de parecer no independentista, y mucho menos de aprobar un posicionamiento de club liderado en su día por Josep Maria Bartomeu, aunque después calificado por la mayoría de prudente y acertado, Font decidió negar su propia primera opinión sobre el caso en otra muestra de su frágil personalidad como candidato.

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