El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha renovado la autorización de explotación de la central Vandellós II durante 10 años más. El ministerio para la Transición Ecológica tendrá que ratificar ahora esta decisión que el CSN ha basado en "la comprobación del funcionamiento correcto de la central y del mantenimiento adecuado de la seguridad para continuar su operación". El CSN también valora positivamente la capacidad de Vandellós II de adecuarse a las exigencias mayores de seguridad que tiene que cumplir ahora en relación a las que se exigían cuando se puso en marcha.
Esta central obtuvo ya una primera prórroga en 2010 para continuar funcionando. Las centrales nucleares de Ascó I y Ascó II tienen concedidas prórrogas para mantener su actividad hasta septiembre del año que viene.
La empresa Copisa inicio las obras de construcción de la central de Vandellós II en 1981 y empezó a funcionar siete años después. Trabajan en ella unas 300 personas y cuenta con más de 200 contratistas auxiliares. Desde su puesta en marcha ha sufrido varias incidencias que han obligado a pararla y a desconectarla de la red eléctrica. En agosto de 2004 se detectaron problemas de corrosión que le comportaron una sanción de 1,6 millones de euros. Cuatro años después se produjo un incendio que duró un par de horas en el edificio de turbinas que obligó a activar el Plan de Emergencia Nuclear de Tarragona (PENTA).
En marzo de 2018 se volvió a parar para localizar el origen de un goteo de agua en el sistema de refrigeración del reactor y en el pasado mes de agosto se desconectó por la pérdida de la línea eléctrica de 400kw en el exterior debido a las tormentas que hubo en la zona.
Las asociaciones ecologistas antinucleares han pedido reiteradamente que se cierre Vandellós II tal y como ya se hizo con Vandellós I, a raíz de un incendio que sufrió en 1989. El desmantelamiento definitivo de Vandellós I, sin embargo, no llegará hasta el año 2028. Vandellós II es actualmente propiedad de Endesa (72%) e Iberdrola (28%).
